A pesar de la lluvia, la humedad del aire disminuye, sumado a la calefacción y a los cambios bruscos de temperatura, nos produce deshidratación con mayor facilidad, dando lugar una piel agrietada y con sensación de tirantez, que puede favorecer a largo plazo la aparición de arrugas.
Es muy importante aportar vitaminas y productos que nutran y preserven la hidratación de nuestra barrera cutánea. La Sociedad Española de Dermatología propone los siguientes consejos:
1- Hidratar la piel a diario y varias veces al día. Si no es posible, hazlo al menos antes de acostarte ya que es por la noche cuando se ponen en marcha los mecanismos de reparación y detoxificación de la piel.
2- Evitar productos agresivos para el lavado de cara y cuerpo en esta época del año, escoger jabones suaves que no dañen la barrera hidrolipídica de la piel y aplicar, después del baño, crema hidratante.
3- Evitar ducharse con agua muy caliente o muy fría. Lo ideal es el agua tibia y no ducharse más de una vez al día.
4- Huir de los cambios bruscos de temperatura, que pueden aumentar la aparición de capilares dilatados en la cara (arañas vasculares) sobre todo en las mejillas.
5- Cuidar la alimentación: aumenta el consumo de Vitamina C y antioxidantes y beber mucha agua. Es recomendable evitar el tabaco y el alcohol, que empeora la dilatación de los capilares en el rostro.
La aromaterapia y la cosmética natural son el mejor aliado para la piel en los días de frío y viento en los que resulta esencial dar prioridad a los aceites vegetales ricos en vitaminas como el Argán, Aguacate, Jojoba, Albaricoque y muchos otros.