Los fructanos están en alimentos como la cebolla, el repollo, el brécol, los ajos o las alcachofas (productos que contienen inulina). También en algunas frutas como es el caso de la sandía, el pomelo, las pasas, las ciruelas o los higos secos. Ya en menor cantidad, también aparece en la cebada, el trigo o el centeno.
¿Cómo detectarlo? Con el mismo método que se sigue para la intolerancia al gluten, de hechos los síntomas son similares. Eso sí, los intolerantes a los fructanos no comparten la misma dieta que los celiacos.