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¿Es recomendable hacer ejercicio para el linfedema?

El ejercicio puede ayudar a mejorar la movilidad, promover el drenaje linfático y reducir la hinchazón. Sin embargo, es crucial seguir ciertos principios para evitar empeorar esta condición.

Yolanda Vázquez Mazariego

2 minutos

¿Es recomendable hacer ejercicio para el linfedema?

¿Es recomendable hacer ejercicio para el linfedema?

 

El linfedema es una enfermedad que afecta a las extremidades y suele aparecer porque  el sistema linfático está dañado o bloqueado o asociado a los tratamientos de algunos tipos de cáncer. . 

Según el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas en España, "el 30% de las casi 11.000 españolas sometidas cada año a una mastectomía padecen a continuación un linfedema". 

 

Sí, es recomendable hacer ejercicio si tienes linfedema, pero es importante hacerlo de manera adecuada y bajo supervisión.

 

El ejercicio puede ayudar a mejorar la movilidad, promover el drenaje linfático y reducir la hinchazón. Sin embargo, es crucial seguir ciertos principios para evitar empeorar la condición.

Beneficios del ejercicio para el linfedema

  1. Mejora del flujo linfático: El movimiento muscular durante el ejercicio ayuda a bombear el líquido linfático de las extremidades afectadas hacia el sistema circulatorio, donde puede ser eliminado del cuerpo.
  2. Reducción de la hinchazón: Algunos ejercicios específicos pueden ayudar a reducir la acumulación de líquido y la hinchazón en las extremidades.
  3. Fortalecimiento muscular: Mantener la fuerza y flexibilidad muscular puede mejorar la función de las extremidades afectadas y la calidad de vida.
  4. Mejora de la salud general: El ejercicio regular contribuye al bienestar general, ayuda a mantener un peso saludable, reduce el riesgo de infecciones y mejora el estado de ánimo.

Tipos de ejercicio recomendados

  1. Ejercicios aeróbicos suaves: Actividades como caminar, nadar o andar en bicicleta son buenas opciones. Estos ejercicios mejoran la circulación y el drenaje linfático sin poner demasiado estrés en el cuerpo.

  2. Ejercicios de estiramiento y movilidad: Mantener la flexibilidad y el rango de movimiento en las articulaciones afectadas es crucial. El yoga suave o el tai chi pueden ser beneficiosos.

  3. Ejercicios de fuerza: Utilizar pesas ligeras o bandas de resistencia puede ayudar a fortalecer los músculos sin causar daño. Es importante empezar con pesos muy bajos y aumentar gradualmente bajo la guía de un fisioterapeuta.

  4. Ejercicios respiratorios: La respiración profunda puede ayudar a mejorar el flujo linfático al cambiar la presión dentro del pecho y el abdomen, lo que facilita el drenaje.

Precauciones

  • Siempre consulta con un médico o fisioterapeuta antes de comenzar un programa de ejercicios. Ellos pueden diseñar un plan seguro y efectivo.
  • Es importante comenzar con ejercicios de baja intensidad y aumentar la intensidad de manera gradual.
  • Si usas prendas de compresión, es recomendable usarlas durante el ejercicio para ayudar a prevenir la hinchazón.
  • Evitar hacer ejercicios excesivos o de alta intensidad, que pueden empeorar la hinchazón. Es importante escuchar a tu cuerpo y detenerte si sientes dolor, pesadez o aumento de la hinchazón.

Conclusión

El ejercicio es una parte clave del manejo del linfedema, pero debe realizarse de manera cuidadosa y planificada. Con la orientación adecuada, el ejercicio puede ser seguro y beneficioso, ayudando a controlar los síntomas y mejorando la calidad de vida.

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