La inercia del sueño es una sensación de aturdimiento, confusión o malestar que aparece al despertarse, especialmente tras un sueño prolongado o una siesta larga.
Según explica el médico Thomas Roach, se trata de un fenómeno común pero incómodo. Es algo poco agradable.
Esta sensación se produce porque el cerebro no pasa inmediatamente de un estado de sueño profundo a uno de vigilia plena. En lugar de activarse de golpe, permanece durante un tiempo en un estado de transición.
A muchas personas les ocurrirá esto después de una siesta larga, algo que no siempre es señal de un problema, pero sí puede influir en cómo nos sentimos al despertar.
La recomendación médica es clara: si uno se despierta de forma natural y se siente descansado, lo ideal es levantarse y comenzar el día.
Si te sientes bien descansada al despertar espontáneamente después de 7 horas, mi consejo general es que te levantes y aproveches el día, asegura el doctor Roach. Así se evitan los efectos molestos de la inercia del sueño.
Dormir más no es siempre mejor
Este fue precisamente el caso de una mujer de 76 años que escribió al doctor para resolver una duda. Aunque ella duerme bien durante 7 horas y se siente descansada, suele volver a la cama para completar la supuesta “octava hora de sueño recomendada”. Sin embargo, tras ese tiempo adicional, le cuesta mucho más levantarse y se siente peor que antes.
El médico le explicó que no se está haciendo daño al dormir una hora más, pero sí está alargando innecesariamente un descanso que ya había sido suficiente. “Creo que te sentirás mejor si simplemente te levantas cuando te despiertes de forma natural”, aconseja. El problema no está en la cantidad de sueño, sino en laritm interrupción del ritmo natural del cuerpo.