Durante el verano aumentan un 25 % las enfermedades oculares por la mayor exposición solar, la sequedad y la exposición a agentes irritantes e infecciosos como la sal, el cloro o la arena.
- Utiliza gafas de sol con protección 100 % de la radiación ultravioleta, especialmente en zonas con agua, como el mar o la piscina, que reflejan y multiplican los rayos solares.
- Tus gafas de sol (las deportivas y las de uso diario) deben ser grandes y adaptarse bien a tu cara, de este modo aumenta su protección respecto a otros agentes agresores como la arena, el polen o la polución.
- Aclara tus ojos con agua potable tan pronto como te sea posible después de bañarte en el mar y muy especialmente en la piscina, para prevenir irritaciones e infecciones (conjuntivitis).
- Usa gafas de bucear siempre que te sea posible, protegen los ojos mejor que las gafas de natación tradicionales.
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