A continuación, te explicamos de manera clara y sencilla cómo calcular tu peso ideal y cuáles son los valores de referencia más utilizados.
¿Cómo se calcula el peso ideal?
Existen varias formas de estimar un peso saludable, pero la más utilizada es el índice de Masa Corporal (IMC). Se obtiene dividiendo tu peso en kilos entre tu altura en metros al cuadrado:
IMC = peso (kg) / altura (m2)
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los rangos de IMC son:
- Bajo peso: menos de 18.5
- Peso normal: entre 18.5 y 24.9
- Sobrepeso: entre 25 y 29.9
- Obesidad: 30 o más
Es importante tener en cuenta que los rangos de peso ideal pueden diferir entre hombres y mujeres debido a diferencias en la composición corporal, la distribución de grasa y otros factores biológicos.
Los diferentes rangos según la altura y el sexo
- Para las personas con una altura entre 150 cm y 160 cm, los rangos de peso ideal varían significativamente entre hombres y mujeres. Por ejemplo, un hombre que mide 150 cm debería tener un peso ideal que oscila entre 50 kg y 65 kg. En cambio, una mujer de la misma altura debería pesar entre 45 kg y 58 kg. A medida que se incrementa la altura, estos rangos también cambian y se pueden medir mediante el IMC (Índice de Masa Corporal).
- En el siguiente rango de altura, que abarca desde los 161 cm hasta los 180 cm, las diferencias siguen siendo notables. A medida que se avanza en la escala de alturas, por ejemplo a los 170 cm, el peso ideal para hombres se establece entre 63 kg y 78 kg, mientras que para mujeres se sitúa entre 58 kg y 75 kg.
Recuerda que estos son valores generales y no consideran la composición corporal. Por ejemplo, una persona con mucha masa muscular puede tener un IMC alto sin estar en sobrepeso real.
¿Y si no estás dentro del rango?
Si tu peso está por encima o por debajo del rango recomendado, no entres en pánico. Lo más importante es evaluar tu estado de salud en conjunto con otros indicadores, como porcentaje de grasa corporal, nivel de actividad física y alimentación.
Si tienes dudas, lo mejor es acudir a un profesional de la salud que pueda orientarte de manera personalizada.