Vida Sana

Cómo prevenir y quitar las agujetas de forma efectiva

Si te pasas de verdad, no habrá forma de evitar las agujetas, pero sí que hay maneras de hacer que sean más llevaderas o de prevenirlas.

Ernesto Pérez

3 minutos

Bajar escaleras con agujetas en los cuádriceps puede ser muy doloroso. (Foto: iStock)

Seguro que en más de una ocasión te ha ocurrido: has hecho deporte después de un tiempo de inactividad y, pasadas 24 horas, has comenzado a notar un dolor insufrible en la mayoría de los grupos musculares que has ejercitado. Este tipo de dolores es lo que se conoce como agujetas, DOMS son sus siglas en inglés. y, en función de su intensidad, pueden llegar a provocar que estemos unos cuantos días sin poder realizar muchas de las actividades que hacemos en nuestro día a día, especialmente si tenemos un trabajo físico o exigente.

Las agujetas son un tipo de lesión muscular que es muy frecuente y cuentan con la ventaja de que, en la inmensa mayoría de los casos, no revisten de ninguna gravedad. De hecho, pasados unos días podremos volver a hacer deporte con completa normalidad. Normalmente, se concentran en una parte muy concreta del cuerpo, que es la que no está acostumbrada a trabajar. En este artículo te vamos a explicar qué son, cómo prevenirnos de ellas y cómo podemos eliminarlas de nuestro cuerpo. 

Qué son las agujetas

Utilizando el argot médico, cuando hablamos de agujetas estamos refiriéndonos a un dolor muscular de aparición tardía, conocido también como DMAT. Se trata de un tipo dedolencia muscular que aparece cuando el músculo comienza a trabajar después de un tiempo de inactividad o lo hace de una forma más intensa a la habitual.

La forma de manifestarlo es a través de una sensación parecida a diferentes pinchazos de agujas que impactan en una zona concreta de nuestro músculo. Lo más habitual es que comencemos a sufrirlo una vez transcurren entre 12 y 24 horas después de terminar la sesión de ejercicio. No obstante, la intensidad con la que se producen no siempre es la misma. De hecho, es bastante habitual que el dolor vaya en aumento a medida que transcurre una mayor cantidad de tiempo, pero no suele tardar más que tres o cuatro días en comenzar a remitir.

En contra de la creencia general, las agujetas no aparecen únicamente en personas que no están acostumbradas a hacer deporte. También podemos sufrirlas si entrenamos todos los días, pero las sesiones no siempre son a la misma intensidad.

Cómo podemos prevenirlas

La prevención es la mejor forma de no sufrir este tipo de dolencias. Para ello, el principal consejo es que realicemos un calentamiento adecuado que pueda poner nuestros músculos a tono para la actividad que van a realizar. De este modo, evitaremos causarles un estrés inmediato que no puedan prever.

Además, también es importante trabajar siempre con una buena técnica de entrenamiento, bajo la supervisión de un profesional, que evite que sobrecarguemos al músculo más de lo estrictamente necesario.

La hidratación es otro de los factores clave. Tanto el agua como las bebidas isotónicas nos van a permitir reponer las sales y los carbohidratos que nuestro organismo va perdiendo a medida que hace una mayor cantidad de deporte. No debemos hidratarnos únicamente cuanto tenemos sed, sino que durante toda la sesión, y en las horas previos, es importante que proporcionemos a nuestro cuerpo todo lo que necesita.

Además, si tenemos oportunidad, también deberemos integrar una rutina de masajes que nos ayude a descargar el músculo y mantenerlo siempre en el mejor estado posible para poder trabajar con él en cualquier momento.

En todo caso tienes que ser consciente de que, si realizas un trabajo para que el que tus músculos no están preparados, con un exceso de carga excéntrica, trabajando zonas que no estás habituado a entrenar o superando por mucho tus límites habituales, vas a tener agujetas con total seguridad.

Así puedes aliviar tus agujetas

Pese a que prevenirlas siempre es la mejor opción para evitar sufrir este tipo de dolor, no siempre es posible. Y, en el caso de que las agujetas ya hayan hecho su particular acto de presencia, lo siguiente que podemos hacer es trabajar sobre ellas para aliviar las mismas, sabiendo que hacer que desaparezcan de inmediato es imposible.

Vamos a comenzar recomendándote lo mismo que te hemos recomendado para evitarlas, que es interiorizar una buena rutina de masajes que permita favorecer el flujo sanguíneo y descargar el músculo. Además, dedicar tiempo a los estiramientos también es muy importante para cuidar nuestra musculatura y trabajar sobre el exceso de carga que tienen a raíz de practicar sesiones demasiado exhaustivas.

El uso de compresas frías y calientas, aplicadas directamente sobre la zona afectada, también va a ayudar a aliviar el dolor. Te recomendamos que las apliques incluso antes de que comiencen a aparecer, directamente tras el ejercicio.
Por último, recuerda que aspectos como la hidratación y un buen descanso siempre son una excelente forma de poder recuperar el estado natural de nuestro cuerpo y evitar problemas innecesarios del mismo relacionadas con el dolor o el exceso de estrés: proporcionando a nuestro cuerpo todo lo que necesita para enfrentarse a los retos que están por venir. Encuentra el mejor seguro de salud y asegúrate de que tu cuerpo siempre va a estar preparado para tu próxima actividad deportiva, confiando tu bienestar y el correcto estado de tu musculatura en un equipo de profesionales especializado en las diferentes áreas que pueden influir en tu salud.