La sensación de fatiga tras los entrenamientos es normal y hasta positiva, porque nos defiende de los esfuerzos excesivos. El problema surge cuando sufrimos unos niveles de fatiga superiores a los normales para el entrenamiento que hemos realizado. Para prevenir esta situación, debes tener en cuenta lo siguiente:
- Mantén una buena hidratación antes, durante y después del esfuerzo físico; es fundamental para el rendimiento y la recuperación.
- Asegúrate que estás descansando todo lo que necesitas. Un deportista necesita dormir más que una persona sedentaria.
- Realiza una correcta activación antes de iniciar el entrenamiento y una buena vuelta a la calma una vez terminado.
- Usa métodos de recuperación sencillos, como un masaje con hielo, un baño o una ducha fríos en las dos horas siguientes a la actividad. Pasadas dos o tres horas, son recomendables los masajes de descarga y los hidromasajes o saunas.
- El masaje con productos antiinflamatorios tópicos es recomendable tanto antes de la actividad para calentar la musculatura, como después para facilitar su recuperación.