Una dieta rica en fibra (frutas, verduras, cereales integrales), y en probióticos (kéfir, yogur, alimentos fermentados y oligofructosa) favorece el equilibrio intestinal y el buen estado de su paredes. Por otra parte las semillas de lino (2 cucharadas diarias) y la glutamina, (dos gramos al día), protegen la mucosa intestinal.