1. ¡No te obsesiones!
Obsesionarse con dormir y hablar todo el día de eso no contribuye a solucionar el problema, sino todo lo contrario.
2. Establece una rutina
Y acuéstate en cuanto tengas sueño. Si le das "largas" al momento de irte a dormir, el insomnio te acabará pasando factura.
3. A quien madruga... ¡Dios le ayuda!
Duerme lo suficiente a diario, así no te costará levantarte siempre a la misma hora, incluso los fines de semana y en vacaciones.
4. Siestas cortas
Aunque estés de vacaciones, no te eches la siesta más de 20 minutos. Si la prolongas más, puedes entrar en sueño profundo y despertar con malas sensaciones.
5. No des vueltas
Si no concilias el sueño a los veinte minutos de acostarte, sal del dormitorio y realiza alguna actividad tranquila (que no sea ver la tele). Y en el momento que sientas algo de sueño, vuelve a la cama.
6. Haz deporte
Es bueno para la salud del sueño, pero hay deportistas que se desvelan si entrenan en las horas previas a irse a dormir. Si es tu caso, cambia tus horarios de entrenamiento.
7. Cena pronto
Cena ligero y al menos dos horas antes de irte a la cama. Nunca bebas alcohol en la cena y evita el café y las bebidas estimulantes durante toda la jornada.
8. Tu dormitorio es tu templo
Debe estar en silencio, a una temperatura fresca y agradable y siempre en penumbra a la hora de dormir. Y recuerda que el dormitorio es para dormir, no para ver la tele, hablar por teléfono o trabajar.