1- Corticoides
Se utilizan a menudo en el deporte por sus propiedades antiinflamatorias. Hay que tener precaución porque favorecen la retención de líquidos, la acumulación de grasa en la zona abdominal y aumentan el apetito.
2- Ansiolíticos y antidepresivos
Ralentizan el metabolismo y reducen la síntesis de leptina, la hormona que le dice a tu cuerpo que no hay que comer más. Aumentan las ganas de ingerir hidratos de carbono.
3- Anticonceptivos orales
Favorecen la retención de líquidos y tienen una acción anabólica.
4- Betabloqueantes
Estos medicamentos para controlar la hipertensión tienden a reducir la quema de grasas y además controlan la elevación de las pulsaciones, con lo que te sentirás menos predispuesto para entrenar.
5- Antihistamínicos
Típicos en periodos de alergias, suelen aumentar tanto el apetito como la retención de líquidos.