Los monitores de actividad son la especialidad de Fitbit y con Charge 3 presentan su versión más avanzada, justo al borde del territorio smartwatch. Su última creación registra las pulsaciones de forma continua, reconoce automáticamente el tipo de ejercicio y controla las fases de tu sueño entre ligero, profundo y REM.
Su pantalla es táctil, a diferencia de la de Charge 2, y un 30% más grande que la de su antecesor, permite aceptar o rechazar llamadas entrantes y en las versiones especiales incorpora un módulo NFC para poder hacer pagos por tecnología Contactless, usando Fitbit Pay, para que dejes tu tarjeta de crédito en casa. Otra mejora sobre la Charge anterior es su sensor SpO2 para medir el nivel de oxígeno en sangre, que de momento no tiene una función asignada, pero supondremos que ésta llegará y se podrá descubrir cuándo hay problemas respiratorios, como la apnea del sueño, durante el descanso.
Su autonomía crece hasta los 7 días y te muestra las notificaciones de tu smartphone en su nítida pantalla retroiluminada, que adapta sus condiciones de visibilidad automáticamente en función de la luz exterior. Enfocada principalmente para objetivos de salud, registra el consumo calórico de todo el día y permite un seguimiento de la distancia que recorres, por medio de su acelerómetro cuando caminas y usando el GPS de tu smartphone cuando corres, montas en bicicleta o haces otros deportes con desplazamiento.
Cuenta con más de 15 modos de ejercicio diferentes y permite fijarse un objetivo antes de cada entrenamiento. Además evalúa tu capacidad aeróbica, para que sepas el nivel que tienes. Charge 3 también es ideal para monitorizar las menstruaciones, registrando los síntomas y con una predicción de los próximos periodos.
La información se sincroniza de forma inalámbrica con tu smartphone y así se suben automáticamente tus sesiones, tus pasos, actividad, sueño en detalle… a la plataforma Fitbit.
Un último dato que no deja de ser importante, su precio recomendado es de 149,95 €.