Las cerezas son unas frutas con muchas virtudes por su alto contenido en antioxidantes, pero además pueden ayudarte a prevenir el dolor y ayudar a las fibras musculares a regenerarse cuando te pasas en el gimnasio, al menos es lo que dice un estudio que se realizó en el Laboratorio de Rendimiento Humano en la Universidad de Vermont (EE. UU.)
Los investigadores realizaron un experimento con 14 hombres de una media de edad de 22 años, que tenían que seguir un entrenamiento y tomar un vaso de zumo de cerezas fresco o placebo por la mañana y por la tarde durante los 8 días que duró el experimento. Dos semanas más tarde el experimento se repitió pero el grupo que tomó placebo ahora tomó zumo de cerezas y viceversa.
El entrenamiento consistía en realizar dos sets de 20 contracciones excéntricas del flexor del codo con un aparato para curl. A las 24 y 48 horas después midieron la fuerza de flexión del codo, el dolor muscular y la tensión.
Los investigadores encontraron que el grupo que había tomado el zumo de cereza tenían menos problemas, no perdían fuerza en el músculo y decían también haber tenido menos dolor muscular, comparando a cuando tomaron placebo.
Un estudio previo había encontrado que tomar 45 cerezas al día reducía las concentraciones en sangre de los marcadores de inflamación, por lo que el zumo de cerezas también podría tener un efecto similar a la hora de aliviar agujetas y dolor muscular.
Las cerezas son una buena fuente de flavonoides y antocianinas con acción antiinflamatoria y pueden reducir el daño después del ejercicio.
Así que ya sabes, no pierdes nada por probar y tomar cerezas cada vez que tu entrenamiento se endurezca y tengas miedo a levantarte al día siguiente.