De cara a todos los que estáis luchando por volver a vuestro peso habitual tras las Navidades hay que tener en cuenta que las espinacas son muy recomendables en la dieta ya que sólo tienen 19 kcal/100 g y contienen mucha fibra.
El único inconveniente de esta verdura es su riqueza en oxalatos, que al combinarse con el hierro y el calcio impiden su absorción en la digestión y son perjudiciales para algunos cálculos renales.
Por otra parte, diversos estudios asocian el consumo de espinacas con menor riesgo de cáncer y con la disminución del colesterol. Las hojas alivian las quemaduras solares y ayudan en la reparación de los tejidos de la piel.
Un truco a la hora de comerlas es aliñarlas con zumo de limón. Lo que consigues con esta medida es evitar la oxidación de las vitaminas y que se formen nitratos.