El té matcha ha crecido mucho en consumo en los últimos tiempos debido a sus múltiples propiedades. Al consumirse de manera orgánica es mucho más denso que el resto de tés y su composición molida o en polvo hace más fácil que se disuelva en la bebida. Pero además tiene bastantes beneficios para los deportistas.
Por un lado, el matcha, con su combinación de cafeína y L-Teanina (una, encargada de que proporcionar energía y la otra, responsable de la calma y conciliación del sueño) hace que, al beber un té matcha, se obtenga energía durante más tiempo que con el café, durante unas 4 – 6 horas, pero que a la vez se evite el nerviosismo y la fatiga posterior que causan otras bebidas excitantes.
Además, al combinarse con el ejercicio, el matcha te aporta energía durante un tiempo prolongado sin causar esta sensación de nerviosismo o altibajos de otras bebidas estimulantes.
No olvidemos que el matcha acelera la quema de grasas porque contiene cafeína y epigalocatequina (EGCG), una sustancia que puede impulsar el metabolismo. La mezcla de cafeína y el EGCG, ambos presentes de forma natural en el té verde, pueden tener un efecto sinérgico. Al combinarse con la actividad física se incrementa la cantidad de grasas que el organismo elimina.
También ayuda a tu sistema imunológico debido a su riqueza en fitonutrientes con propiedades antioxidativas, antiinflamatorias, anticarcinógenas, antihipertensivas, antimicrobiales, neuroprotectoras, ayuda a reducir el colesterol y mejora el metabolismo debido a sus propiedades termogénicos.
Y, por último, el matcha te ayuda a recuperarte mejor después de un duro entrenamiento gracias a su riqueza en antioxidantes. Una de las catequinas presentes en el té verde ayudan a prevenir el daño muscular.
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