Compra frutas y verdura de temporada y consúmelas lo antes que pueda para acortar el proceso de almacenamiento
Las vitaminas (y sucede lo mismo en el caso de los minerales) se concentran en las capas más externas de legumbres, granos, raíces y frutas. Por ello, cuando las pelamos perdemos buena parte de su riqueza. Por ejemplo, al pelar las patatas desperdiciamos entre un 12 y 33% de vitamina C y similares son las pérdidas en vitaminas B1 y B2 cuando pelamos las zanahorias
Es recomendable no dejar en remojo las verduras y trocearlas lo menos posible. Si nos es posible, es mejor cocer las verduras enteras, con el mínimo de agua posible, introduciendo la verdura cuando el agua ya hierva y mantenerla en ella el menor tiempo. Un buen truco es usar el agua de la cocción para una sopa: es una verdadera infusión enriquecida con vitaminas y sales minerales
Intenta consumir los alimentos inmediatamente después de cocinarlos. En especial si quieres sacar partido a la vitamina C de los alimentos, ya que esta es la más inestable
Ponle “gafas de sol" a la leche. Las vitaminas de la leche se conservan al abrigo de la luz. Tras dos horas de exposición a la luz, se pierde más del 50% de la vitamina B2 que contiene la leche.
En lo que se refiere a la congelación, la única vitamina que soporta mal este proceso es la vitamina E