Las dietas bajas en hidratos de carbono están cada vez más de moda porque resultan efectivas. No obstante, hay varias buenas razones por las que no deberías dejar de comer hidratos de carbono:
1. Disminuirá tu rendimiento: tus músculos se quedarán rápidamente sin energía y tendrás que disminuir la intensidad de tus entrenamientos porque las grasas de reserva no son un combustible válido a partir de ciertos niveles de intensidad.
2. No podrás entrenar para adelgazar: si tu dieta es muy baja en hidratos, te encuentras tan cansado que apenas te mueves y vas a quemar menos calorías. Estarás pasando hambre “para nada”.
3. Bajará tu capacidad mental: aunque tu musculatura puede valerse de las grasas como combustible (solo hasta determinadas intensidades), tu cerebro depende exclusivamente de la glucosa para funcionar.
4. Se frenarán tus intestinos: la fibra dietética aparece asociada siempre a alimentos con alto contenido en hidratos de carbono. Si los eliminas radicalmente… prepárate para el atasco.
5. Tendrás deficiencias: muchas vitaminas y minerales se encuentran en altos porcentajes en frutas, verduras y cereales, alimentos que desaparecen de las dietas sin hidratos.
Puedes evitar las harinas y el azúcar, pero mantente sano y en forma comiendo frutas y verduras (bajas en calorías y altas en vitaminas y minerales), legumbres (con mucha fibra) y granos de cereal enteros.
Eso sí ¡no te pases con la pasta!