Lo que comemos antes y después del ejercicio es tan importante como la actividad misma. Algunos alimentos preparan el cuerpo antes del esfuerzo físico, mientras otros ayudan a reponerlo tras la jornada deportiva.
La vitamina E presente en el aceite de oliva virgen extra contribuye a la protección de las células frente a la oxidación.
Igual que cuando nos preparamos para ejercitarnos no olvidamos llevar la ropa adecuada, beber e hidratarnos, antes, durante y después del ejercicio o incluso actualizar nuestra lista de canciones favoritas, también podemos preparar nuestro cuerpo antes y después con alimentos que nos ayudan a optimizar el esfuerzo físico, tanto antes como después del entrenamiento.
Es el caso del aceite de oliva virgen extra, una fuente de energía 100 % natural que nos ayuda a mejorar el rendimiento físico y deportivo. Cuando realizamos esfuerzos, nuestro cuerpo consume mucho oxígeno con la consiguiente liberación de radicales libres. En ese momento nos enfrentamos un fenómeno que se conoce como estrés oxidativo que pueden dañar las células. La vitamina E presente en el aceite de oliva virgen extra contribuye a la protección de las células frente a esta oxidación.
Todos conocemos las bondades de la Dieta Mediterránea en las que el aceite de oliva es la principal fuente de grasa natural y el ingrediente estrella para freír y aderezar los platos. Añadir el oro líquido a carnes, pescados y verduras no sólo añade sabor sino que da a tus platos un toque nutritivo.
El Programa Europeo de Promoción del Aceite de Oliva propone la receta del “Desayuno Español”, perfecto para una persona deportista que necesita un buen aporte energético para empezar el día. No te cortes e incorpora a tu desayuno de cada día unas tostadas de pan natural aliñadas con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y tomate triturado.