La adidas adizero Adios Boost 2 es una zapatilla con mucho pedigree ya que es la utilizada por la mayoría de atletas patrocinados por adidas para correr sus pruebas de asfalto. No solo es un icono o imagen sino casi un objeto de culto, el paradigma de la zapatilla de competición. Su éxito reside en un equilibrio insólito entre ligereza, respuesta, amortiguación y estabilidad. No es la más ligera de las que forman esta comparativa, de hecho sus 220 gramos la dejan por la parte alta de la tabla, pero aunque notes una generosa amortiguación, lo cierto es que la respuesta es tan bárbara que todo ello pasa desapercibido.
La clave reside en el Boost de la media suela que es un material que con pocos milímetros de suela es capaz de generar una buena amortiguación y sobre todo y como hemos visto en otras zapatillas que también lo incorporan un rebote sin parangón. Pero no solo de Boost vive la Adios, sino que a este se le une de manera casi silenciosa lo que adidas llama Extended Torssion, es decir la extensión del Torssión (pieza de TPU que se encuentra en el arco plantar) hasta los metatarsos en forma de tres filamentos. La misión es hacer de resorte y con ello conseguir ese efecto catapulta, casi exclusivo de la marca y que tantos adeptos tiene.
Otra de sus claves, muy importante si de zapatillas rápidas hablamos, es que su ajuste el sencillamente el mejor. Después de no haber andado fina en la primera edición, con la incorporación de un chasis y horma nuevos y anchos esta nueva versión recupera buena parte de la Adios primigenia, aunque si eres de pie ancho probablemente no te guste. Para rematar la faena tenemos una suela de goma Continental muy duradera y que agarra incluso en mojado (que siempre fue un punto débil de adidas). No es una zapatilla barata pero desde luego es el referente y no es de extrañar ver tanto a un Keniata volando con ellas como a un popular haciendo tres horas en maratón. La popularización de la máxima respuesta es su nota definitoria.
PESO: 220 GRS
PVP: 150 €