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Polar A300: la pulsera de actividad multifuncional

Texto: R. Arranz

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13 minutos

Polar A300: la pulsera de actividad multifuncional

Texto: R. Arranz

La creciente competencia ha provocado un aluvión de novedades en el mundo de los “gadget" dedicados al deporte. Ya a finales del mes de enero, Juanma Montero creaba una entrada en este blog de material dónde nos contaba algunas de las excelencias del nuevo Polar A300. Ahora ya se puede comprar en España.

Lo primero que tenemos que explicar de este nuevo dispositivo de Polar es que, principalmente, es una pulsera de actividad. Es decir, su finalidad no es otra que llevarlo en la muñeca el mayor tiempo posible para que controle la actividad física que realizamos diariamente. Como, además, se le ha añadido una de las prestaciones más importantes para cualquier deportista, el monitor de ritmo cardíaco (sólo si utilizamos la banda de transmisión de frecuencia cardíaca), pues tenemos dos por uno.

El A300 ya está disponible y su precio de salida es de 120 euros (160 euros con el transmisor de frecuencia cardiaca Polar H7 HR Sensor). El envío es gratuito a partir de los 100 euros. Aquí te dejamos el acceso directo a la web del A300 desde la cual podrás hacer la compra.

Presentación contemporánea

De su aspecto externo tenemos que destacar que la correa de silicona, blandita y cómoda, está disponible en varios colores. A nosotros nos ha tocado probar el rosa, pero también tienen modelos en amarillo, blanco, azul, gris y negro, con un precio unitario de 25 euros. El sistema para desmontar el Polar A300 es sencillísimo –basta con empujar un poco el lado que lleva la hebilla–. Si tienes varias correas, puedes llevar la pulsera de actividad a juego con la ropa. Puede parecer un poco “fashion" pero no hay duda de que la finalidad de Polar es entrar en nuevos sectores del mercado y este puede ser un buen argumento de compra porque la falta de estética ya no es excusa para no llevarlo puesto el mayor número de horas posibles. Solo te recomendamos que tengas cuidado al poner y quitar el A300 para no dañar la correa de silicona, que ya de por sí, va a tener mucho trajín.

El Polar, fuera de su correa, tiene un aspecto muy minimalista. Solo tiene 12,7 milímetros de espesor y un peso de 48 gramos. Destacan sus grandes botones, dos a la izquierda y tres a la derecha, que se presionan muy fácilmente tanto con correa como sin ella. Pero si algo destaca de este modelo es que lleva la conexión USB incorporada, algo que no se aprecia cuando está con la pulsera, y que nos permite conectar el Polar directamente al ordenador.

El A300 lleva la conexión USB incorporada

 

También incluye un cable de conexión, por si tu puerto USB no está muy a mano.

A grandes rasgos

Antes de entrar en el interior del Polar A300 vamos a dejar varias pinceladas de sus prestaciones principales. En su interior hereda el acelerómetro de tres ejes que ya incorporan el V800 (400 euros precio de mercado) y el M400 (200 euros precio de mercado) y cuya finalidad es realizar el seguimiento de tu actividad diaria (24/7). De hecho, te lo va marcando mediante una barra y un porcentaje cuya finalidad del día es llegar al 100%.

Una barra marca tu actividad y tu finalidad debe ser llegar al 100% al final del día.

También incorpora un sistema de alerta de inactividad con una vibración y un mensaje en pantalla que te indica que has llevas mucho tiempo sin mover el esqueleto.

Si te paras demasiado tiempo el A300 te lo recuerda.

Por supuesto, también te alerta cuando llegas a ese 100% diario. Añade a estas prestaciones que es resistente al agua con lo que lo puedes usar cuando te bañas o para nadar.

Más detalles interesantes. El A300 tiene dos años de garantía siempre que hayas acudido, en caso de problemas, a un servicio técnico autorizado. Sobre su batería interna recargable –vía USB– hay que comentar que se calculan unas 300 cargas antes de que empiece a disminuir su capacidad y que los test realizados por Polar le dan un tiempo de funcionamiento de unos 26 días con seguimiento de actividad 24/7 y un entrenamiento de una hora al día. Ya sabes que estos tiempos son muy relativos porque la autonomía de la batería depende de muchos factores como su antigüedad, la temperatura ambiente, las veces que toqueteamos los botones, si encendemos la retroiluminación de la pantalla a menudo y de las funciones que utilizamos.

Entramos en materia

Para que el A300 funcione a tope hay que descargar Polar FlowSync, el software que te permite controlar tu dispositivo y la actividad física a través de un ordenador. También tiene aplicación para smartphone (tanto con sistema operativo iOS como Android). Con este último se pueden seguir y analizar los datos de la actividad sobre la marcha a través de conexión Bluetooth.

En la app para smartphone podrás controlar tu actividad y entrenamientos.

La versión web de Polar Flow es mucho más potente que la app y permite analizar con más detalle todos los datos.

Pero para sacarle el máximo rendimiento, lo mejor es su manejo desde la web .

Algunas de las imágenes que te mostramos se deben a que la unidad que hemos probado es Beta y por tanto hemos tenido que poner a tono su software. Sin embargo, el hecho de que vayan apareciendo actualizaciones no es extraño. De hecho, durante el periodo de pruebas de este modelo, ya hemos experimentado esta sensación, y muy gratamente, ya que el A300 se ha equiparado a los modelos V800 y M400 en este aspecto. Dado que este producto ya está a la venta en España, no tendrás problema alguno en ejecutar la primera sincronización.



Además, mientras ésta se produce, el software nos informa de los cambios que se han producido en el A300 (las mencionadas actualizaciones, por ejemplo) y de las sesiones que se han sincronizado. A la vez, se carga la batería. En la parte inferior de estas imágenes  verás la típica rueda de ajustes, te recomendamos que entres en ella antes de nada. Allí podrás elegir el idioma y decidir si quieres que se abra FlowSync después de sincronizar o cuando enciendes el ordenador.

Si eliges la opción de abrir directamente FlowSync, cuando termine la sincronización tendrás en tu pantalla la página de Polar a la que podrás entrar previo registro. El funcionamiento de este software nos interesa tanto como el del propio dispositivo por eso es importante que la primera vez que entras configures tus preferencias, no solo las de tu perfil o tus características físicas, sino también todo lo relativo a la privacidad de tus datos: ¿confirmar seguidores automáticamente?, ¿quieres que tus sesiones sean privadas, públicas o solo las puedan ver tus seguidores?, ¿quieres que tu perfil sea privado?, ¿quieres que lo sean los resúmenes de actividad?... Aquí hay mucha tela que cortar y la configuración inicial siempre es interesante y... ¿por qué no?... divertida.

Llegados a este punto te vamos a contar algo que te puede resultar muy atractivo de este tipo de producto. El uso de los dispositivos Polar, inicialmente, estaba muy vinculado al mundo del ciclismo, y de aquí paso al “running" en todas sus variantes. Pero ahora, la posibilidad es inmensa. De hecho, en el menú de ajustes Polar Flow de la web hay un espacio exclusivo que se llama “perfiles de deportes". Desde aquí puedes seleccionar los que quieras de forma que cuando sincronices tu A300 serán los que veas en el menú de tu pulsera de actividad. Recuerda que de serie viene con ocho perfiles predeterminados (correr, caminar, ciclismo, entrenamiento de fuerza, ejercicio en grupo, otro indoor, otro al aire libre y natación) que puedes cambiar y modificar las veces que quieras a través de la web. Por ponerte un ejemplo de la variedad seleccionable: atletismo en silla de ruedas, bootcamp, cricket, danza, floorball, kayak, ping-pong, etcétera.

 

 

 

Polar A300

No sabemos si es porque estamos acostumbrados a toquetear “chismes", pero manejar el A300 nos ha resultado de lo más sencillo y los cinco botones que lleva son un lujo para conseguirlo, tanto por su tamaño como por la comodidad en la pulsación. Para monitorizar nuestra actividad diaria no necesitamos la banda de emisión de frecuencia cardíaca. Eso no impide que, cuando hacemos un deporte (sin usar la banda), con los datos físicos personales y su algoritmo, calcule nuestro consumo calórico. Ahora bien, el apartado de las bandas de medición de la frecuencia cardíaca merece un párrafo.

Si ya tienes una banda, por ejemplo, la H6 HR Sensor con Bluetooth Smart, vas a poder emparejarla con el Polar A300. De hecho, nosotros la usamos para hacer el Fitness Test y alguna que otra sesión de deporte. Pero el fabricante recomienda el Polar H7 HR Sensor que, además, nos sirve para natación, ya que para deportes acuáticos es necesaria la transmisión GymLink que es la que implementa la banda H7, la que se vende como pack con el Polar A300.

Por otro lado, como no tiene receptor GPS, no puede registrar rutas ni se pueden ver en un mapa. Lo que hace el A300 es estimar la distancia recorrida contabilizando pasos. Esto no significa que sea mejor o peor que otros “gadgets", es que el concepto de producto es diferente. Estamos hablando de que se puede llevar en la muñeca con idea de registrar la actividad diaria (el famoso, 24/7), incluido el tiempo de dormir. El A300 detecta automáticamente que estás durmiendo por los movimientos de la muñeca (dentro de un ciclo de 24 horas que va de las 18:00 a las 18:00 del día siguiente). Es el tiempo de descanso más prolongado dentro de esas 24 horas y el A300 considera dos tipos de sueño: el reparador (periodos en los que no nos movemos mucho) y el intranquilo (aquellos en los que cambiamos de posición frecuentemente). Es un dato más que los que nos proporciona el A300 y te da una idea de cómo duermes por la noche.

La prueba de fuego… más bien de agua

Pues en las pruebas en agua nos ha pasado de todo: el A300 ha funcionado un rato (hemos sincronizado justo antes de entrar en la piscina); la banda no ha transmitido otro rato (marcaba todo bien menos la FC); nos ha mostrado una frecuencia cardíaca exageradamente alta (máximo 207 en natación relajada); se ha quedado bloqueado en una determinada medición cardíaca… En fin, que no ha funcionado lo bien que esperábamos y sigue siendo el talón de Aquiles de este tipo de dispositivos. En cualquier caso ha registrado correctamente la sesión de natación, excepto la media de la frecuencia cardíaca que ha sido exageradamente alta. Al tratarse de una unidad Beta (pre-serie) es muy posible que el dispositivo o ciertas funcionalidades no sean todavía las que se pueden conseguir en una unidad de serie.

Feedback

El A300 tiene que conocer tus hábitos de movimiento y para que de datos precisos tienes que llevarlo puesto unas 10 horas al día, durante al menos 21 días.

En este punto, vamos a hacer un inciso. El propio Polar Flow nos sugiere a modo de recomendación que para que exista un buen “feedback", es necesario llevar puesto el A300 unas 10 horas al día, durante al menos 21 días, sin contar el sueño ni el descanso . De esta manera, consigue tener unos datos certeros sobre la actividad que desarrollas diariamente. Pero aún hay más, y esto es lo que más nos gusta, el resumen de la actividad. Una rueda que nos marca día a día el tiempo que: no se registra actividad (vamos que no lo llevas puesto), descansas, estás sentado o tienes una actividad baja (trabajo de pie o tareas domésticas suaves), media (caminar o actividad moderada) o alta (carrera u otras actividades intensas).

La intensidad de la actividad por colores permite hacerte idea de un vistazo sobre cómo ha ido tu día.

 

Por supuesto, con la banda de transmisión tendrás además un resumen de las zonas de frecuencia cardíaca por las que te mueves. Eso sí, si te portas mal, el A300 también te regaña ¿demasiado tiempo sentado y sin moverte?... Te aparecerá el mensaje en pantalla: “¡Es hora de moverse!" y una marca de inactividad en tu agenda. Ahora bien, como siempre se puede mejorar a lo largo del día, Polar Flow también te premia con mensajes de ánimo.



 

 

 

 

 

 

 

 

El menú de mi súper pulsera de actividad

Como todo en el Polar A300, el menú es muy intuitivo y si has manejado cualquier otro modelo de la marca, pues más fácil aún. La pantalla se ve de lujo. A grandes rasgos, a través de la pantalla principal y su menú accederemos a: la hora y fecha (con o sin la barra de registro de actividad, opción a elegir); la actividad en una barra que ocupa toda la pantalla junto con el porcentaje diario; el acceso al historial; los ajustes; y el Fitness test. Este último es un pequeño test, que requiere estar tumbado, relajado y con la cinta de frecuencia cardíaca puesta. Su finalidad es estimar el VO2 máximo, un dato más que entrará dentro de los cálculos algorítmicos del dispositivo. Cuando te dé el resultado el dispositivo puede que no sepas lo que significa, pero en el manual del A300 tienes unas tablas donde podrás ver tu nivel de forma física en función del sexo, edad y VO2 máximo. Para que te hagas una idea de cómo estás.

Ajustes y bloqueo de pantalla

El menú de ajustes es por el primero que tenemos que pasar, bien directamente en el A300 o a través de Polar Flow. En el caso del A300 tenemos opción de manipular todo lo que se refiere a hora, fecha y su formato, alarma y aspecto de la pantalla principal. También cuenta con unos ajustes generales que nos permiten decidir sobre el idioma, el modo avión, las unidades métricas, la activación o no de la alarma de inactividad y lo más importante: la sincronización. A este menú es donde tenemos que llegar para emparejarlo con un smartphone o con la banda de frecuencia cardíaca. En este último caso recuerda que hay que tocar el sensor con el A300.





 

 

 

 

 

 

 

Y no olvides los ajustes físicos. Son fundamentales, sobre todo, el peso, la altura, la fecha de nacimiento y el sexo. A esto se añadirán los resultados del Fitness Test (VO2 máximo) y todos los que podemos meter a través de la página de Polar Flow. Por ejemplo, cómo es un día típico en tu vida (casi siempre de pie, casi siempre sentado o casi siempre en movimiento); o dónde llevas puesto el A300 ¿en la muñeca izquierda o en la derecha?; o cuál es tu objetivo de actividad diaria (intensidad baja, media o alta)… Además, al llevar el A300 puesto durante muchas horas y muchos días –con frecuencia cardíaca durante el entrenamiento y actividad diaria sin cinta– proporciona ese “feedback" que le permite ir mejorando la información que nos ofrece sobre lo que hacemos y sobre nuestro estado de forma física. El contador de calorías o “Smart Calories", se basa precisamente en todos estos datos.

Por último, en este apartado mencionar que podemos bloquear la pantalla principal del A300 manteniendo pulsado el botón superior izquierdo durante un par de segundos. Entonces en la esquina superior del mismo lado aparece un mini candado. Se quita de la misma manera.

El botón superior izquierdo permite bloquear y desbloquear la pantalla.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mis deportes favoritos

Ya hemos mencionado antes que los deportes que hagas habitualmente los eliges vía web y luego los sincronizas con el A300. Una vez realizada esta operación, accederás a ellos directamente pulsando el botón central del lado derecho (el que ellos llaman INICIO). Seleccionado el que más te interese, vuelves a pulsarlo y el tiempo empieza a contar. Una vez que hemos terminado el botón inferior izquierdo (ATRÁS) es el que ejecuta la grabación mediante una pulsación prolongada de tres segundos.

Con el sensor de frecuencia cardíaca H7 la información que tendremos en pantalla, moviéndonos con las flechas arriba y abajo, será: la frecuencia cardíaca actual, la duración de la sesión de entrenamiento, la hora del día y las calorías quemadas. Además, podremos ver un símbolo de corazón sobre una gráfica plana –dependiendo de la zona dónde esté nos indica si quemamos grasa o mejoramos la condición física– y el tiempo que hemos permanecido en una zona u otra





 

 

 

 

 

 

 

 

Esto es lo que Polar llama “Energy Pointer", es decir, el entrenamiento ¿mejora nuestra condición física o estamos quemando grasa? Este cálculo está determinado por la zona cardíaca en la que se desarrolla la sesión. Por debajo de tu umbral anaeróbico, quemas grasa, y por encima, mejoras tu forma física. Esto es lo que en la web aparece como “zonas de frecuencia cardíaca" y que están representadas con cinco barras horizontales: dentro de las zonas 1 y 2, quemas grasa; en la 3, además de quemar grasa, podemos decir que es la zona más importante si queremos mejorar nuestra condición física general; y si te mueves por las zonas 4 y 5, mejoras tu forma física, pero con fatiga a nivel muscular y respiratoria ya que se trata de ejercicios cortos en tiempo y de mucha intensidad.

Training Benefit ¿Y esto qué es?

Pues ni más ni menos que el beneficio de la actividad traducido al español; esos mensajes que aparecen sobre tu rendimiento para cada sesión de entrenamiento. Todos muy positivos que te invitan a seguir haciendo deporte y a mover el esqueleto.



 

 

 

 

¿Objetivos de entrenamiento?

Esta es otra de las virtudes de Polar Flow y los equipos de la marca: programas un objetivo de entrenamiento en la web y lo transfieres al A300. Tu objetivo puede ser rápido, por ejemplo, quemar 500 calorías o entrenar durante 30 minutos (con el A300 no se pueden poner objetivos de entrenamiento basados en la distancia). Pero también es posible planificar un objetivo por fases (los objetivos basados en ritmo de carrera tampoco son posibles con el A300). En este caso, el entrenamiento básico y más sencillo se divide en tres fases (calentamiento, trabajo y enfriamiento) en las cuáles deberás decidir duración e intensidad en cada una de ellas. Eso sí, también puedes crear tú el entrenamiento por fases a tu gusto, y luego, descargarlo y verlo todo en la súper agenda de Polar Flow. 

Si has decidido entrenar de esta manera, por ejemplo con tiempo o quema de calorías, en la pantalla del Polar A300 podrás ver –además de lo que te muestra sin programar– los porcentajes de objetivo que vas consiguiendo, en qué zona de frecuencia cardíaca estás (1 a 5) y el tiempo en cada una de ellas. En el objetivo de entrenamiento por fases, además tienes una mini gráfica para ver el límite de tu frecuencia cardíaca inferior y superior de cada fase y la duración total del entrenamiento.

Recomendaciones finales

Y antes de despedirnos te vamos dar algunas recomendaciones para que el Polar A300 no sufra demasiado el trajín diario ya que hablamos de un equipo que va a estar en nuestra muñeca muchas horas al día. Para empezar, es buena idea lavar el A300 y la correa de silicona con agua del grifo después de cada entrenamiento. Recuerda que el conector debe estar seco y limpio antes de iniciar la descarga de los datos o cuando vayas a cargar la batería. En los periodos que no vayas a usar el Polar A300 es mejor dejarlo en lugar seco y sin que le dé la luz directa del sol. No lo dejes, por ejemplo, guardado en una bolsa de plástico o envuelto en una toalla húmeda.

Concluir que el Polar A300 nos ha parecido un dispositivo muy interesante sobre todo para aquellas personas que quieren saber cuál es su actividad cotidiana y conocer su estado de forma física día a día. No podemos compararlo con el V800 –el modelo tope de gama de Polar– porque éste incorpora GPS y una serie de funciones de entrenamiento muy específicas, pero sí es cierto que el fabricante no ha descuidado ningún detalle en el nuevo A300 y sus prestaciones son más que suficientes para conseguir su objetivo: tener una pareja tecnológica ideal que controle tu movimiento diario.

OK

La facilidad de uso, sus posibilidades de conectividad y sobre todo, el poder usar Polar Flow como software para manejar todas y cada una de sus prestaciones.

KO

La transmisión debajo del agua sigue dando ciertos problemas y no siempre es efectiva al 100%.

 

Precio: 120 € (160 con transmisor de frecuencia cardiaca Polar H7 HR Sensor).

WEB: www.polar.com/es/productos/getactive/fitnesscrosstraining/A300