Suponemos que la duda nos surge del miedo a quedarnos enganchados en unos automáticos, porque nunca antes los hemos utilizado. Sin embargo, para hacer rutas o entrenamientos, los mejores son los automáticos. Requieren unas zapatillas especiales con suela más rígida, y aprovechan mucho mejor la fuerza de la pedalada. La resistencia para liberar habitualmente se puede regular. En poco tiempo te acostumbras y el gesto para liberar el pie sale solo.
Descartaríamos los mixtos. Estos están pensados en un uso polivalente, ciudad/monte, no para utilizarlos por la parte de plataforma en los tramos técnicos. Hacer esto es un error, porque eliminas la posibilidad de no poder liberar el automático, pero a la vez pierdes seguridad porque la zapatilla no es adecuada para esa cara, y resbala.
Los de plataforma son ideales para usar con zapatillas más cómodas de suela blanda. Para pasear son más que suficientes, y tienes la seguridad de sacar el pie en todo momento. Cuidado, no nos equivoquemos, no son pedales para “principiantes”, son los que utilizan muchos corredores de Copa del Mundo de Descenso.
Resumiendo: máximo rendimiento, los automáticos; máxima comodidad, las plataformas.