Apenas ocho días para disputar la Maratón de Boston... dos semanas escasas para el Campeonato del Mundo de la distancia en la capital del Támesis, vuelos, hoteles, maletas y actos ¿Qué hacer ante la distorsión de la tranquilidad?
Atrás horas y horas interminables de preparación, muchas millas bajo la lluvia aquí en Snellville (A cuarenta minutos al noreste de Atlanta) y un trabajo meticuloso, donde todos los factores más insignificantes resultan significativos.
A Boston llego el Viernes a mediodía, en vuelo directo desde Atlanta ¿Locuras esta semana? Se acabó lo que se daba. Las mejoras de las diferentes variables fisiológicas llevan semanas. Optimizar mis condiciones, por medio del descanso y llegar a la prueba "fresco", es la finalidad de esta semana que resta y una vez en Boston, cumplir con unos horarios que faciliten que el Lunes (día de la prueba) a las cuatro me levante con ganas de salir a por todas. Aislarme de esos focos que maximizan la ansiedad, por medio de libro en mano, rodajes y alguna que otra serie televisiva tipo "Fargo" (jodidamente fabulosa).
Con las pruebas de Los Ángeles, Charleston y la última en Louisville (Kentucky), se que estoy muy bien. Llego con algo más de 4000Km y 210 entrenamientos, un stage de un mes en Los Ándes a 4000 metros de altitud y bastantes aplicaciones nuevas, sobretodo biomecánicas.
La última prueba en Kentucky donde competí a un grado
Es hora de relajarse, fijarse unos objetivos y dejar que la hora de la prueba llegue... ¡Saldrá bien! esa es la consigna clave para que todo vaya rodado.
Saludos atléticos,
Santi
I´m a twitterman @santirun