Ganando velocidad a 139 pulsaciones

Este título suena un poco a risa, lo sé. ¿Cómo se puede ganar velocidad a 139 pulsaciones?

admin_mpib

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Ganando velocidad a 139 pulsaciones

Este título suena un poco a risa, lo sé. ¿Cómo se puede ganar velocidad a 139 pulsaciones?

En nuestro último skype Phil me pautó lo siguiente:

“Lourdes, si tienes oportunidad de ir a la montaña, hazlo. En las bajadas corre, corre sin forzar las articulaciones. Has de ir fluida, sin clavar ni los talones ni las rodillas y correr lo más rápido que puedas sin pasar tus 139 pulsaciones. Si tienes una bajada de 3 millas seguidas, sería perfecto que lo probaras. En las subidas no corras, aprovecha para recuperar sin alejarte mucho del ritmo, y en la próxima bajada vuelve a correr. De momento, con un día a la semana en montaña sería lo ideal."

"Si tienes la oportunidad de ir a la montaña, hazlo"

He ido dos veces y la sensación es muy agradable. Al dejarme “caer" en las bajadas tengo la sensación de ir mucho más rápido que cuando entreno en plano, trotando, para no sobrepasar mis pulsaciones. Me ha encantado este tipo de entreno. Tengo la impresión de haber corrido y el desgaste físico no se nota. He acabado los dos entrenos de 45 minutos como si no hubiese entrenado, físicamente no me he cansado.

Reflexionado con Tere sobre esta forma de entrenar, corriendo en las bajadas y recuperando en las subidas, me comentó que vendrían a ser los “fartlek" (prueba de velocidad constante), con la única diferencia que corriendo en bajada no acabas con el hígado en la boca, cosa que agradezco profundamente ya que no es una sensación agradable para mí de ninguna de las maneras. Ya sé, debo de ser un poco rara, a todo el mundo le encanta acabar mareado a punto de caer en redondo, vendría a ser aquello de “no pain, no gain" . Será que a estas alturas, prefiero otras sensaciones.

Pero claro, nadie entrena de esta forma, así que no puedo entrenar con mis amigas y compañeras habituales. Esto también lo he tenido que procesar mentalmente: “Lourdes, este año te tocará entrenar sola". Dicho así suena un poco duro, ya que lo divertido de preparar un reto son los grandes entrenos que compartes con tus amigos, que quedan en el recuerdo y afloran en los momentos de debilidad el día del gran reto ayudándote a seguir. Claro que te ayudan, y mucho, a no tirar la toalla e intentar hacerlo lo mejor posible. De alguna manera te has comprometido, desde luego  contigo mismo, pero también con los que te han ayudado a llegar detrás de la línea de salida.

Pero ante esta “pega" del método Maffetone, me he mentalizado y he sabido sacarle su lado positivo.

Las personas que me conocen, saben que la mejor herramienta con la que cuento para pasar de lo negativo a lo positivo es pensar que “qué suerte tengo" y es lo que he aplicado al entreno en la “intimidad". Entrenar sola me va a permitir hacerme fuerte mentalmente. Al final, en un Ironman, nadie va a estar contigo de verdad más que tú mismo. Nadie dará una brazada por ti, nadie pedaleará ni una sola vez por ti y nadie dará un paso detrás del otro por ti. Si partimos de la base que para superar una prueba, sea cual sea, el 70% depende de la fuerza mental que tiene una persona para afrontarla y el 30% restante del entreno, el hecho de entrenar sola es algo muy positivo. Y si le sumamos que al estar sola la concentración es máxima en tu cuerpo y tu mente, sin distracciones, ese entreno se convierte en muy efectivo, al menos así lo quiero ver.

Cada día aprendo cosas nuevas de mi cuerpo, siento poco a poco que estamos construyendo, y lo mejor, en una base sólida.