En Empúries y con nuevos retos

Plenas vacaciones. Una de las cosas que más me gusta en este agosto es vivirlas sin tener que entrenar para nada en concreto. Simplemente hacer deporte por el gusto de disfrutar del aire libre, de mover el cuerpo, por las ganas de comer que te cogen después de hacer deporte y por saborear del entorno sin más. También se ha de aprender a “quitarnos las zanahorias" de delante durante un periodo. No pasa nada si no hay reto a la vista. Es otro estado, que nos regenera la mente y que es fundamental. Seguimos con un hábito saludable de hacer deporte pero sin machacarnos. Al fin y al cabo el deporte ha de ser algo saludable en nuestras vidas, tanto mental como físicamente.

Lourdes Torres

3 minutos

En Empúries y con nuevos retos

Plenas vacaciones. Una de las cosas que más me gusta en este agosto es vivirlas sin tener que entrenar para nada en concreto. Simplemente hacer deporte por el gusto de disfrutar del aire libre, de mover el cuerpo, por las ganas de comer que te cogen después de hacer deporte y por saborear del entorno sin más. También se ha de aprender a “quitarnos las zanahorias" de delante durante un periodo. No pasa nada si no hay reto a la vista. Es otro estado, que nos regenera la mente y que es fundamental. Seguimos con un hábito saludable de hacer deporte pero sin machacarnos. Al fin y al cabo el deporte ha de ser algo saludable en nuestras vidas, tanto mental como físicamente.

Recuerdo que en 2013 estaba apuntada para el que iba a ser mi segundo Ironman. El lugar sería Calella y la fecha principios de octubre. Fue tan duro el verano que al término de las vacaciones no me vi con la fuerza mental y emocional para afrontarlo. Estaba KO.

Entrenar en vacaciones es duro por muchos motivos. Pensamos que disponemos de mucho más tiempo pero no es así. La familia, requiere, y mucho y más si tenemos hijos adolescentes. Recuerdo que Camila quería salir cada noche con sus amigas y yo no pegaba ojo hasta que la oía volver a la hora acordada. Todo tu entorno está de vacaciones. Era difícil conciliar la familia y los amigos con el entreno. Además, entrenar bajo el calor del verano 16 horas a la semana, mientras los tuyos están disfrutando de la playa se hace sencillamente menos asumible. Una cosa es entrenar un día de calor y otra cosa bien diferente es entrenar durante los meses de julio y agosto (insufrible). La mente va flaqueando y puedes venirte abajo. Lección aprendida: los retos mucho mejor antes de las vacaciones.

En Empúries, disfrutando del deporte sin presión

Este verano disfruto de no tener en la cabeza reto alguno que me ocupe ese espacio tan grande que invade un reto cuando lo tienes a la vuelta de vacaciones.

He hablado con Phil y ya hemos puesto fechas a los próximos retos. Serán dos para el año que viene. La maratón de Barcelona en marzo (es una prueba que conozco bien, la he corrido tres veces y quiero ver la diferencia con el método de Phil) y el medio Ironman de Vitoria en julio, a ver si en esta distancia conseguimos hacerlo un poco más rápido :) Y acabado el Ironman de Vitoria, de ¡vacaciones! De esta manera entrenaré durante el año “escolar" y volver a iniciar el próximo verano sin “obligaciones".

Y es que tiene que ser así. Me siento relajada, saludable, en esta laxitud de bienestar, de encontrarme físicamente totalmente recuperada del Ironman. No hay rastro de haberlo realizado, mi cuerpo está intacto. Eso sí, he hecho una recuperación tal y como me dijo Phil, diez  minutos caminar o diez minutos nadar durante las dos semanas posteriores al Ironman y ahora estoy en apenas cinco o siete horas de entreno, y de estas horas se puede decir que principalmente han sido excursiones por la montaña. Todo un descubrimiento, nos encanta caminar por la montaña y nos lanzamos al monte Curris y yo como si lo hubiésemos hecho toda la vida a caminar durante unas horas.

Decía que “me confesaba". Pues a decir toda la verdad:  Caí en la tentación, he comido pan, me he permitido relajarme y disfrutar de mi tan ansiado placer de comer pan. El resultado ha sido nefasto, con eso lo digo todo. Ni lo he disfrutado como mentalmente pensaba que lo haría, ni me ha sentado bien, sino todo lo contrario. Muy a mi pesar, al pan también le digo bye bye, que de hecho ya se lo había dicho pero la tentación de hacer una última comprobación de si me sentaba mal o podía disfrutarlo hizo que de nuevo lo probara.

De vuelta a la dieta 100% Maffetone. Es sin duda una dieta muy saludable.

Os dejo una receta muy Maffetone para estos días de verano en el que las ensaladas ya no sabemos qué ingredientes poner:

Ensalada de endivias, manzana, pepino y frutos secos

Ingredientes para 4 raciones

Ensalada de endivia con manzana, pepino y frutos secos y queso parmesano

- 2 unidades de endivias
- 2 unidades de manzana Fuji
- 1 pepino
- 1 aguacate
- 80 g de queso parmesano
- 20 g de avellanas crudas
- 15 g de pepas de girasol
- El aliño va al gusto de cada uno. En esta ensalada le añadís pizca de orégano, sal pimienta, chorrito de aceite de oliva y vinagre de manzana.

Procedimiento:

Cortar las endivias por la mitad, otra vez por la mitas y a tiras de 2 cm de ancho. Colocar en un bol. Lavar muy bien y cortad con piel la manzana a dados al igual que el pepino. Añadir al bol el aguacate cortado a dados,  los frutos secos, el queso parmesano y aliñar.

Esta receta es muy rápida de preparar. Fácil ya que no hay truco alguno para que salga bien pero sobre todo, es muy refrescante y eso en verano se agradece inmensamente, aparte de ser muy nutritiva y también es una ensalada poco común.