Juan Manuel Agapito Rodríguez: 32 años, Valencia, 65 kilos
Diseñador gráfico
De 163 a 98 kilos en 18 meses
Altura: 182 cm
Peso actual: 98 Kg
IMC: 29.6
Talla: De la 5XL a la L y de la 66 a la 48
Porcentaje de grasa corporal: 18,9%
Tu plan de ejercicio: Hago triatlón, entreno 6 días por semana a intensidad media/alta, dejo 1 día para recuperar y descansar.
Tu plan de alimentación: Hago 5-6 comidas con fruta, ensaladas, pasta, tortilla, pescado, pollo, etc. Bebo de 2 a 3 litros de agua al día. Tomo batidos de proteínas en el desayuno y después de entrenar.
Puntos débiles de tu dieta: La falta de variedad
Puntos fuertes de tu dieta: La constancia
Caprichos: En fin de semana y esporádicamente, un premio como pizza o comida rápida
Estrés: 8
Fuerza de voluntad: 8
Claves de tu éxito: La motivación de mi familia: mis hijos y mujer.
Consejos para adelgazar:
• Picotea con fruta.
• Para el entrenamiento de un triatlón, tomo carbohidratos antes, bebida isotónica durante y proteína después.
• Se puede adelgazar con la motivación suficiente, sin sufrir un solo dia y disfrutando.
¿Cómo evitas ganar peso de nuevo? Intento potenciar la condición física para hacer un triatlón de larga distancia
Tu reto: Hacer un Ironman con constancia, ilusión y motivación. Aceptando consejos de los qué saben.
Mi vida hace un año y medio se resumía básicamente en pasar 8 horas sentado frente a un ordenador y volver a casa con mis hijos y mi mujer, algo que me hacía y me hace feliz.
Un día jugando con Pablo (mi hijo mayor de 3 años) estaba tumbado en el suelo y al levantarme con bastante esfuerzo, noté que me fatigaba y me dolía el pecho y la espalda. Pablo me miró extrañado y me pregunto si me encontraba bien ¡Caray, con sólo 3 años y ya se preocupaba por mi salud!
No era justo para él, ni para la pequeña, ni para mi mujer. Ellos se merecían más, se merecían la mejor ‘versión de mi’ que pudiera ofrecerles. Yo debía jugar con los peques hasta cansarlos, y no al contrario.
En una revisión médica de las que te hacen en el trabajo me dijeron que padecía obesidad mórbida (164 Kg), y mi médico de cabecera lo confirmo, y me dijo que si no era con una reducción de estómago o un bypass gástrico era difícilmente reversible. Todo hacía pensar que tirar la toalla era lo más factible.
Pero no pensaba rendirme sin ni siquiera intentarlo. Empecé por regular lo que comía en las cenas y cuidar un poco más la alimentación. ¡Sólo con ese cambio ya se empezó a notar algo! De modo que sí quería hacerlo bien, debía ir apretando las ‘chichas’ para no quedarme hecho un escombro si conseguía perder peso.
El siguiente paso fue apuntarme a un gimnasio. Cuando cerró en agosto, me compré una bici de segunda mano y salía a hacer 20 km dos veces al día, antes de trabajar y a mediodía. El peso iba bajando, iba viendo resultados que me motivaban y eso me hacía seguir.
Una mañana de septiembre me dije: ¿Seré capaz de correr 3 km? Pues ese día corrí mis primeros 4 km. La satisfacción era tan grande que me hizo olvidar el dolor de rodillas del día siguiente. Después corrí 6 o 7 km a 5 min/km y la sensación fue increíble.
Vi un anuncio en mi Facebook de una carrera nocturna de 7 km y con mucho valor y más vergüenza me inscribí, a ver qué pasaba. Mis ritmos eran de pena, pero ese día me sentí muy muy grande. Hacía unos meses no podía apenas levantarme del suelo y ahora estaba acabando una carrera de 7 km. Al pasar por la meta ya me había picado el bicho. ¡Y bendito bicho!
Cuando Pablo volvió al cole después de las vacaciones, el profesor les pidió que dibujaran algo que les hubiera gustado de sus vacaciones. Pablo me dibujó a mí en esa carrera. ¿Cómo no va uno a seguir entrenando? ¡Mi hijo presumía de su papa! Una mañana me dije, ¿yo sería capaz de hacer eso que hacen los tíos, que nadan, van en bici y corren en el mismo deporte?
Pues bien, este año y con 65 Kg menos, he hecho 3 triatlones ¡y seguiré entrenado para el año que viene continuar con MI NUEVO ESTILO DE VIDA!