Ya podemos de decir que el dicho de gritar te hará más fuerte está fundamentado desde la perspectiva científica. Seguramente has oído el grito de Rafa Nadal, las hermanas Williams o el recientemente más famoso de la gran Carolina Marín al golpear la pelota o el volante en tenis y bádminton, y habrás pensado, ¿pero qué les pasa? Pues parece ser que es una estrategia efectiva para ser más fuertes y productivos, es decir, gritar o gruñir incrementa la fuerza muscular.
No es algo que lo sepamos por observación empírica, gritan y gruñen desde los profesionales de halterofilia o lanzamientos, hasta cualquiera que levante grandes pesos en press de banca o peso muerto, la Universidad de Drexel estudió a 30 voluntarios para medir su fuerza presionando con la mano un medidor hidráulico de tres formas: primero los voluntarios simplemente presionaban el medidor; después presionaron exhalando al mismo tiempo y por último ejercieron presión gruñendo o gritando enérgicamente. El resultado fue claro, cuando los voluntarios gruñían, su fuerza se incrementaba en un 10% de media.
La explicación científica se encuentra en que los gruñidos aumentan la potencia de las señales eléctricas que nuestro cerebro envía a los músculos para que se contraigan. A más señales, mayor contracción y mayor fuerza. Un mecanismo simple pero tremendamente efectivo.
Pero también desde la perspectiva emocional lo recomiendan los psicólogos deportivos para que los deportistas, sobre todo en deportes de competición uno contra uno como puede ser el tenis, el bádminton, o de máxima presión en solitario, como son los levantamientos de halterofilia, ganen en confianza y autoestima, es así, gritar ayuda a reafirmarte.
Los beneficios de pegar un buen chillido no queda solo en esto, hay estudios que muestran que gritar puede incrementar la tolerancia al dolor porque ayuda activar nuestros mecanismos opiáceos endógenos y así podemos aguantar más tiempo en situaciones dolorosas, como puede ser un levantamiento de fuerza al fallo. Así, que si eres de los que cada vez que te das un golpe inesperado acabas gritando significa que trabajas muy bien tus mecanismos de tolerancia al dolor, eres todo un superviviente.
Por otra parte, también desde una mirada fisiológica ayuda el grito al incremento de la fuerza: gritar mejora la estabilidad del core al aumentar la presión intraabdominal, y si eres un lector asiduo de Train Hard sabrás que solo con un core fuerte y estable podrás conseguir incrementar tus niveles de fuerza generales y conseguir la técnica adecuada y eficaz para ser cada vez más fuerte en ejercicios exigentes de peso libre.
Así que a cambio de llamar la atención, conseguirás mayor estabilidad y levantar más peso, ¡¡¡a gritar!!!