Guía de lesiones 14: inflamación pata de ganso

La afección de lo que se conoce como “tendón de la pata de ganso”, se localiza en la cara interna de la rodilla.

Alberto Cebollada Kremer

Dolor en la Pata de Ganso
Dolor en la Pata de Ganso

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Recuperamos gran parte del consultorio que, durante varios años, Alberto Cebollada Kremer, licenciado en educación física, especialista en higiene postural y práctica deportiva, ha respondido las consultas de varios de nuestros lectores.

La consulta

Llevo seis años corriendo y en los últimos seis meses tengo dolor en la parte interna de la rodilla, al día siguiente de correr. Me han realizado una resonancia y no tengo nada, he ido a un fisio y me ha comentado que tengo una lesión llamada “pata de ganso”. Me dio un masaje y la semana siguiente estuve muy bien. Fui a correr cuatro días 15 minutos, pero al incrementar el tiempo, otra vez me han empezado las molestias. ¿Es normal que lleve tanto tiempo con este problema? ¿Es mejor estar en reposo o no?

 

Respuesta

La afección de lo que se conoce como “tendón de la pata de ganso”, se localiza en la cara interna de la rodilla. Se llama así porque es un tendón conjunto de los músculos sartorio, semitendinoso y recto interno del muslo que tiene forma de pata de ansar. Es frecuente su inflamación en corredores. La exploración de la zona delata mayor sensibilidad a la palpación en torno a la inserción tendinosa, en la parte interna y posterior de la rodilla, por ello lo más probable es que sea una tendinitis.

tendinitis pata de ganso
 

 

La causa suelen ser la excesiva solicitación de la musculatura, “sobreentrenamiento” sin el pertinente descanso, coincidiendo con periodos de “largos rodajes”, entrenamientos exigentes en cuestas o algo frecuente, seguir entrenando con zapatillas desgastadas o inadecuadas para tus características.

Tratamiento

En un primer estadio debes ser conservador, o sea parar y guardar reposo durante 2, 3 semanas. Un vendaje compresivo y la crio- terapia (aplicación de frío) con frecuencia logran disminuir el flujo de sangre local con lo que disminuye la inflamación. Aplicar hielo aunque no notes molestias tras los entrenos, durante 20 minutos cada 2 horas. Una vez haya bajado la inflamación empieza con estiramientos de los músculos que afectan a la rodilla: cuádriceps, isquiotibiales, gemelos y aductores.

Cambia las sesiones de carrera por las de natación a crol. Prueba también a correr en la piscina, primero con cinturón flotador sin apoyo de los pies en el suelo y conforme vayas mejorando, ve ganando apoyo, reduciendo la flotación del cuerpo y aumentando así la carga sobre tu rodilla. También son recomendables ejercicios de fortalecimiento de la rodilla, buscando un óptimo equilibrio entre los isquiotibiales, cuádriceps y aductores. Debes fortalecerlos y elastificarlos, utiliza el método del Power Stretch: estira+potencia+estira. Un ejercicio muy bueno es tratar de apretar un balón de baloncesto colocado entre las piernas.

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Correr en la piscina una terapia muy apropiada

 

La vuelta a la práctica deportiva debes hacerla con cautela y de forma progresiva, pues tras el reposo se produce cierto grado de atrofia que predispone a las recaídas. Cómprate unas buenas zapatillas, sobre todo en lo referente a su amortiguación, y que se adapten a tus características: tipo de pisada, peso, distancia recorrida, tipo de terreno... Por cierto, olvídate por un tiempo del asfalto y comienza trotando por césped que es lo ideal para minimizar los impactos.

 

 

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