Lesiones deportivas: heridas abiertas por caídas

Por Dr. Mikel Aramberri Gutiérrez, traumatólogo del primer equipo del Real Madrid y de la Selección Nacional de Rugby, CEO y especialista en el Centro Alai. Miembro de TopDoctors.es

Lesiones deportivas: heridas abiertas por caídas
Lesiones deportivas: heridas abiertas por caídas

Las heridas son discontinuidades que se producen en la piel, generalmente por traumatismos. Las hay de diferentes tipos, como las heridas incisas, las inciso contusas, las erosiones o abrasiones y las quemaduras. También están las fracturas abiertas, de mayor gravedad, en las que se produce discontinuidad de la piel y el hueso está expuesto en mayor o menor medida y que puede variar de los grados I a III. Dentro del grupo III se encuentran aquellas que presentan lesión vascular (IIIC) que son las de peor pronóstico si no se actúa de manera urgente.

La mayor parte de las heridas se producen por traumatismos. Según sus causas destacan los traumatismos deportivos por accidentes de tráfico, domésticos y laborales. Uno de los factores más importantes a tener en cuenta es el ambiente en el cual se producen, ya que no es lo mismo una herida limpia producida por un corte en el pulgar al cortar un jamón, que una herida en el campo producida por un atrapamiento de una extremidad por un tractor.

Además de los deportistas, expuestos a colisiones o caídas, los niños y los trabajadores manuales o con trabajos de riesgo son los más expuestos a padecerlas, además de los ancianos, que son vulnerables a las caídas y a sufrir heridas, sobre todo por su dificultad en la deambulación. Los pacientes diabéticos también han de prestar especial cuidado a sus heridas por los trastornos de sensibilidad y vasculares que esta enfermedad conlleva en los casos menos controlados.

Los principales signos para acudir al médico son el enrojecimiento, la supuración, la tumefacción (hinchazón) de grandes dimensiones o el dolor desmesurado, ya que pueden indicar una mala evolución de la herida. En estos casos, si además el paciente presenta fiebre, el médico debe valorar si es preciso realizar algún tratamiento más específico sobre la herida.
En los pacientes que toman anticoagulantes como el Simtron, es preciso una especial vigilancia de las heridas ya que se pueden formar hematomas de grandes dimensiones que provoquen necrosis cutánea y obliguen a realizar drenajes de urgencia y técnicas de cobertura cutánea, generalmente realizados por cirugía plástica.

Las quemaduras de grado II (con ampollas en la piel) requieren vigilancia y de 7 a 10 días para completar la epitelización. Si son de grado III, es preciso acudir al médico para planificar la reconstrucción, pues la piel no se regenera.

Para prevenirlas es necesaria una adecuada protección en el ámbito laboral y evitar caídas en el caso de las personas ancianas. Además, los pacientes diabéticos deben tener controlados los niveles de glucosa de manera regular. En los deportistas es muy recomendable actuar con prudencia y evitar las situaciones innecesarias de riesgo.

 

Tratamiento de las heridas

 

 El tratamiento depende de cada tipo de herida. En las heridas incisas con separación de bordes lo más efectivo es la sutura de los bordes con sutura tipo Nylon. En las que asocian hematomas es eficaz la compresión para ayudar a contener el hematoma. En las heridas tipo erosiones lo más adecuado es el tratamiento antiséptico superficial con iodo o clorhexidina. Además, es importante la vacunación del tétanos en las heridas sucias y que han permanecido abiertas durante un tiempo prolongado, lo cual facilita la contaminación.

 El cuidado de las heridas depende de su profundidad y gravedad. En las más superficiales es recomendable la limpieza con antiséptico tópico tipo Betadine o Clorhexidina y no mojarla en 3-4 días hasta que se complete la primera fase de cicatrización. A partir de entonces es posible una ducha rápida sin realizar inmersión en agua hasta pasados 10-15 días, ya que podría reblandecerla. Entretanto, es recomendable mantener la herida limpia y seca, aplicando antiséptico diariamente durante la primera semana.

En las heridas más profundas se ha de prestar atención, sobre todo inicialmente, a factores que puedan indicar infección como pueden ser la supuración excesiva, el enrojecimiento o un dolor que aumenta con el transcurso de los días. En cuanto a la higiene, el tratamiento es similar, aunque se pueden dilatar los tiempos a 2-3 semanas. En caso de haber precisado de puntos de sutura o grapas, estos se retiran generalmente entre los 7 y los 10 días.

En caso de duda ante la evolución de una herida es recomendable acudir al especialista.