De las "ultras" a los "correpasillos"

Desde que se decretó oficialmente el confinamiento para evitar el contagio del COVID-19, muchas son las actuaciones del ser humano que se han hecho notorias estos días llegando a convertirse en otras pandemias paralelas.

Malú Baena, licenciada en CCAFD y entrenadora de atletismo

De las "ultras" a los "correpasillos"
De las "ultras" a los "correpasillos"

Desde que se decretó oficialmente el confinamiento para evitar el contagio del COVID-19, muchas son las actuaciones del ser humano que se han hecho notorias estos días llegando a convertirse en otras pandemias paralelas.

Todos nos hemos alarmado viendo videos e imágenes de compras compulsivas en supermercados, tanto de productos alimenticios como de otros como el papel higiénico, llegando a convertirse en uno de los bienes más preciados sin saber porqué y es que, la incertidumbre, hace brotar nuestro instinto de supervivencia.

Un efecto similar se ha desatado entre los corredores, hacer kilómetros y kilómetros en el pasillo o el salón de casa de manera compulsiva, hasta conseguir completar medias maratones (21km), maratones (42km) incluso hasta 101km.

Estos comportamientos se hacen virales entre las redes sociales y diferentes medios de comunicación, hasta el punto de crear en el ser humano una sensación de inseguridad si no copiamos e imitamos dichas conductas.

Llegar a casa con la compra hecha para tres meses "por precaución" nos da una garantía de tener cubierta una de nuestras necesidades... Y no muy lejos de la realidad, lo único que hemos hecho ha sido abastecernos de alimentos de baja calidad que consumiremos de manera desorbitada para matar las horas en casa, consiguiendo un efecto totalmente contrario a la idea de necesidad primaria de nutrirnos.

Paranoia colectiva

Del mismo modo, correr kilómetros y kilómetros durante horas en un pasillo de 5 metros lo único que hace es poner en riesgo tu salud y garantizarte un pase VIP a la antesala de un parón obligado de meses a causa de una lesión.

En ese espacio tan reducido se pierde el gesto de carrera, se suprimen o modifican ciertas fases del gesto de forma obligada dependiendo de la direccionalidad del pasillo o las esquinas de la habitación, de tal modo que tenemos que tener presente en primer lugar que no corremos, hacemos una mala imitación del gesto de carrera.

Correr kilómetros y kilómetros durante horas en un pasillo de 5 metros lo único que hace es poner en riesgo tu salud.

Esto conlleva a cambios de ritmo, aceleraciones y desaceleraciones, producidas en un espacio-tiempo muy reducido y cargas direccionales repetitivas durante horas.

Además, debemos tener en cuenta que la repercusión a nivel articular no va ser igual en hombres que en mujeres.

Si este acto es perjudicial para cualquier persona, en el caso de ser mujer se acentúan los riesgos. La mujer debe atender especialmente, cuidar y entrenar de forma específica tres puntos claves "cadera-rodilla-tobillo", si lo que quiere es poder disfrutar de la carrera y da la casualidad de que realizando estas barbaridades en casa estamos lanzando flechas y dando en la diana en cada kilómetro pasillero.

LESIÓN ARTICULAR HOMBRE

LESIÓN ARTICULAR MUJER

- La musculatura lumbar, glúteos y aductores. Al obviar el trabajo de fuerza estas semanas y centrarnos en las maratones en el salón de casa hemos salido a la guerra desprovistos de armaduras y escudos, es decir, en pelotas pero con el cuentakilómetros preparado. Eso conlleva a una mayor exigencia articular provocando ciáticas y lumbalgias.

Estos cambios bruscos de aceleraciones comprometen en gran medida al piramidal

- La pelvis de la mujer es más ancha y cuando realizamos gesto de carrera, mala imitación en este caso, la rodilla realiza una ligera rotación interna que se exagera en esta circunstancia, dando lugar a un dolor excesivo lumbar, ciática o lumbalgia.

- Esta disposición anatómica de la cadera de la mujer, facilita la pronación de la pisada provocando a su vez una exagerada rotación de tobillo, trasladado a recibir vueltas a la mesa del salón obtendremos una medalla de tendinitis del tibial posterior, esguinces, pata de ganso o síndrome de la cintilla iliotibial.

- Rodillas: en el caso de los hombres son las lesiones más destacadas, al dejar el pie anclado en los cambios de dirección, mal gesto de carrera de forma automática sin prestar atención a los ejes direccionales, dando lugar a meniscopatías y lesiones del ligamento cruzado , entre otras, como la tendinitis rotuliana.

- La rodilla de la mujer tiene una mayor inestabilidad que la del hombre ya que su nivel de fuerza es menor lo que conlleva a más riesgo, en el caso de giros bruscos, de luxaciones, además de sobrecargas y lesiones del ligamento cruzado anterior

- El tobillo del hombre es más estable que el de la mujer pero eso es un arma de doble filo, ya que implica un favorecimiento al bloqueo del metatarso y del tarso, así como fascitis planta, ya que no realiza el gesto completo de apoyo e impulsión.

- El tobillo de la mujer tiene un mayor rango de movimiento que el del hombre lo que implica un mayor impacto por las rotaciones continuas y desgaste articular.

- El ralentizar el gesto de carrera y amplitud de zancada, implica una abusiva entrada de talón que favorecerá a una tenosinovitis (inflamación de la membrana protectora de los tendones).

Ante esta situación, tenemos que poner los pies en la tierra, evaluar y analizar el cuadro ante el que nos encontramos. No podemos obcecarnos en querer seguir entrenando, ni parecido al volumen ni la carga que teníamos anteriormente. Evidentemente nuestro estado de forma va a menguar y tenemos que tener claro que hacer kilómetros y kilómetros a ciegas en nuestra casa no es solución para mantenerlo, hemos visto que es una copia barata que nos perjudica más que nos favorece.

De las "ultras" a los "correpasillos"

Pero si podemos adelantarnos en el tiempo. Aunque el porcentaje de pérdida del estado de forma es inevitable, no lo es el mantenimiento de nuestra masa muscular y en ello es en lo que debemos centrar y trabajar de forma específica, más a conciencia aún si eres mujer.

Realizar este trabajo de fuerza en casa es la clave para un retorno a nuestro entrenamiento más rápido y seguro, ya que después de este confinamiento deberá hacerse de forma progresiva. Circuitos de trabajo de fuerza-resistencia, de auto carga, isométrica, excéntrica. Trabajo de propiocepción, ejercicios de equilibrio, core y suelo pélvico son las mejores opciones.

De las "ultras" a los "correpasillos"

El primer día que podamos salir libremente no podemos hacer 10km, aunque nos puedan las ganas, porque debemos respetar los principios del entrenamiento. Han sido muchos días sin gesto de carrera y empezar haciendo una hora de carrera es cometer el mismo error que correr en los pasillos. Aprovechar esa libertad para intercalar la marcha con la carrera y no tener prisa. Tenemos que hacernos a la idea que comenzamos con una pequeña pre-temporada, de ahí la importancia de los trabajos de fuerza, es la mejor forma de poner nuestra máquina a punto.

Puedes encontrar la autora de este artículo en su Facebook como Malu Baena

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