Dale toda la importancia al desayuno
Mal los que salen de casa sin tomar nada (que son más de lo que piensas) y mal también aquellos que por la mañana se centran en alimentos que te dan una energía “a corto plazo", como pueden ser los cereales con azúcares añadidos o pan blanco con mantequilla y mermelada. Te dan un “subidón" para luego que tu energía caiga en picado. Haz un desayuno completo apostando, por ejemplo, por la avena, el yogur, los frutos secos, el aguacate, el salmón ahumado, el aceite de oliva y el huevo.
Stop a las bebidas de cafeína y a las energéticas
Puedes pensar que precisamente este tipo de refrescos te llenan de energía, pero su combinación de cafeína con gran cantidad azúcar hace que sea una energía casi instantánea. Como efecto negativo es una “bomba" para tu descanso: aumenta la tensión arterial e impide que puedas dormir y conseguir realmente descansar.
Nuestro consejo es que sacas completamente de tu dieta todos las bebidas energéticas y los refrescos y respecto al café nuestra recomendación sería no superar los dos diarios y tomarlos antes de las cinco de la tarde.
Mucho cuidado con las dietas
Hay mucha gente que se pone a dieta estricta y sin control médico y uno de los primeros comentarios a los pocos días de comenzar el proceso de adelgazamiento es “me siento vacía, sin nada de energía". Y efectivamente si en nuestra dieta no le damos al organismo los nutrientes que necesita el “motor no funciona".
Es muy importante mantener siempre una alimentación completa y equilibrada, con especial atención a las verduras y a las frutas que son una gran fuente de energía y sobre todo de salud. En nuestro país seguimos teniendo demasiada tendencia por un lado a la “pasta/arroz “ y al “filete".
Haz deporte a diario
Podrás pensar….¿Me siento sin energía y encima quieres que que me vaya a entrenar? Pues sí, quedarte sentado sólo hace que tu cuerpo cada vez tenga una mayor sensación de agotamiento, de falta de energía. Sobre todo ahora que muchos tenemos jornadas interminables de teletrabajo hay que romper y tener hábitos claros de actividad física. Lo ideal sería hacer parones cada hora y hacer unos estiramientos o caminar por la casa unos minutos. Y luego, cuando tengas tiempo, intentar hacer 45 minutos de deporte al día, que, atención, puedes ser perfectamente salir a caminar a ritmo vivo. Y es que mucha gente menosprecia el andar como actividad física y se equivocan completamente. Correr, montar en bici o nadar quemará más calorías, pero salir a caminar por supuesto que te ayuda a mantenerte en forma, a estar en tu peso ideal y es un muy buen antiéstrés.
Dormir en su justa medida
Esto ya sabemos que es de imposible cumplimiento para todas las personas que tienen cambios de turnos en el horario de sus trabajo, pero dormir las horas justas es clave para afrontar el día con energía. Y no sólo es un problema de falta de sueño; dormir demasiado unos días tampoco ayuda a sentirte energético ya que al final acabas teniendo problemas para dormirte la noche siguiente. Lo ideal es tener un hábito claro de sueño, acostándote y levantando a diario a las mismas horas.
