Para alcanzar tu máximo nivel deportivo no es suficiente con entrenar. Siendo fundamental realizar un buen entrenamiento, hay además otra serie de factores que resultan básicos para incrementar tu rendimiento, y que se engloban bajo el término de Entrenamiento invisible. Hablamos de aspectos como la alimentación, la suplementación deportiva (cuando resulte necesaria), cuidados físicos como los masajes y, sobre todo, el descanso.
Tras una intensa actividad deportiva el cuerpo necesita reponerse y prepararse de nuevo para el siguiente esfuerzo. Hay que recargar los depósitos de energía y regenerar los músculos y tejidos que se han podido dañar con el entrenamiento. De hecho, la mejora en nuestra forma física no llega en el momento del entrenamiento, sino con la sobrecompensación que se produce en el organismo cuando descansamos tras el mismo. Es la secuencia “estímulo-fatiga-reposo-sobrecompensación” la que mejora nuestro estado de forma… siempre y cuando se descanse adecuadamente. Si te machacas a entrenar y no descansas bien, no solo no progresarás, al sentirte fatigado, sino que puedes comprometer tu salud. Por eso, si un buen sueño nocturno resulta importante para cualquier persona, para los deportistas, que exigen más a su cuerpo, lo es aún más.
“Dormir profundamente nutre la vida”. Con este lema la Sociedad Española del Sueño (SES) celebró en marzo el Día Mundial del Sueño, efeméride que sirvió para recordar que el sueño profundo es uno de los tres pilares de la buena salud, junto con el ejercicio físico regular y una dieta equilibrada. Sin embargo, la SES calcula que el 30% de los españoles presenta déficit crónico de sueño.
Unos buenos hábitos de descanso nos ayuda a recuperar los músculos y tejidos tras el esfuerzo –lo que aumenta nuestro rendimiento deportivo y evita lesiones-, refuerza el sistema inmunológico, estabiliza nuestro reloj biológico y nos aporta energía para el siguiente día. Por contra, la falta de sueño se asocia con una disminución del rendimiento cognitivo, lo que empeora tu atención y memoria, y es un factor de riesgo asociado a enfermedades como la diabetes, depresión, obesidad, hipertensión o problemas cardiacos.
Decálogo para un sueño deportivo y saludable
1. Aunque realizar ejercicio físico con regularidad nos ayuda a conciliar el sueño, puede resultar contraproducente si lo practicas de manera intensa poco antes de irte a la cama, ya que inicialmente se produce un aumento de la actividad nerviosa simpática y con ello de la vigilia (solo pasadas unas horas se produce la disminución de la temperatura corporal que incrementa la somnolencia). Por eso, se recomienda no practicar ejercicio intenso las 2-3 horas previas a acostarte.
2. Es conveniente tener un hábito de descanso, es decir, acostumbrar al cuerpo a que éste se produzca siempre en las mismas horas del día, con un horario regular de acostarse y levantarse. El cuerpo humano posee unos biorritmos adaptados a cada persona que funcionan mejor o peor en función de esta disciplina.
3. Los expertos aconsejan dormir entre 7 y 9 horas diarias en edad adulta, aunque en el caso de quienes realizan esfuerzos físicos entrenando, lo ideal sería dormir un mínimo de ocho horas.
4. Además, para los deportistas una breve siesta (de entre 20 y 30 minutos), en la que descansen el cuerpo y la mente, es un buen complemento al sueño nocturno. Sus principales beneficios: combate el estrés, disminuye la fatiga física y mental y aumenta el rendimiento.
5. Evita tomar cafeína (café, té y refrescos de cola) seis horas antes de acostarte.
6. Evita las comidas picantes, pesadas o con mucho azúcar (como los cacaos instantáneos) las 4 horas previas a acostarte.
7. A la hora de irte a dormir mantén la habitación a una temperatura adecuada (entre 18 y 22 ºC) y bien ventilada.
8. Duerme en una cama confortable, con un buen colchón.
9. Elimina al máximo el ruido y la luz en la habitación. Los especialistas alertan de una costumbre perniciosa cada vez más frecuente, asociada a las nuevas tecnologías: irse a la cama con el teléfono móvil, el tablet o portátil. La luz que desprenden estos dispositivos electrónicos estimula de manera importante la vigilia.
10. Reserva el dormitorio sólo para el sueño y para el sexo. No lo utilices como espacio de trabajo o como sala de recreo.
El mejor aliado para el descanso nocturno
Vista la trascendencia del descanso nocturno para los deportistas, conviene recordar también la importancia de elegir un colchón especialmente desarrollado para deportistas. En este sentido, Maxcolchón, empresa especializada en el descanso del deportista, nos recomienda su colchón Sojamax, pensado para personas con un ritmo de vida muy activo, que practican deporte con regularidad y necesitan que su colchón les ayude a liberar la tensión diaria y descontracturar los músculos.
Está compuesto por 8 cm de viscoelástica de 90 kg de densidad, que otorgan un descanso firme pero muy adaptable y reconfortante. Sus diferentes zonas de descanso propician que des menos vueltas en la cama, además de favorecer la circulación sanguínea y ayudar a descontracturar los músculos tras un intenso entrenamiento. Por estas cualidades, si eres deportista habitual y te gustan los colchones de firmeza intermedia-alta, Sojamax puede ser un gran aliado para tener un reparador descanso nocturno y poder afrontar el siguiente entrenamiento con el cuerpo a punto. ¡Pruébalo y descubre la diferencia!