Te invito a un té

Sí, te invito a un té, aunque no te guste, aunque lo tuyo sea el café y el té te parezca agua sucia, pero es que hoy es Día del Té, y es una pena no aprovecharlo para tomarnos un té tranquilamente, charlando de nuestras cosas, disfrutando del día.

Yolanda Vázquez Mazariego

Te invito a un té
Te invito a un té

Sí, te invito a un té, aunque no te guste, aunque lo tuyo sea el café y el té te parezca agua sucia, pero es que hoy es Día del Té, y es una pena no aprovecharlo para tomarnos un té tranquilamente, charlando de nuestras cosas, disfrutando del día.

Yo también era de las personas a las que no les gustaba el té, tomaba infusiones por necesidad, con fines medicinales. Una manzanilla para el dolor de tripa, una tila para los nervios, una menta-poleo para la digestión, y el té para ponerme las pilas con la cafeína, ya que al no tomar café, me bastaba una taza de té para despertarme.

Vivir un año en Inglaterra fue la clave para aficionarme a tomar té, y es allí estaba más rico y era muy habitual que te invitaran a tomar un té, a cualquier hora, pero el té de las 5 era muy popular. Por no ser maleducada, empecé a tomar té, y cuando me quise dar cuenta, había comprado una kettle o hervidor de agua y estaba haciendo té en casa cada día.

Mis adorables vecinos ingleses me dieron un par de pistas para decirme educadamente, que no sabía hacer té, y  me enseñaron un par de trucos para hacer un buen té:

    1. El té se hace en tetera. Y cuanto más vieja mejor. Es más,  no hace falta lavarla, basta pasarla por el grifo para limpiarla cada vez que la uses, ya que las buenas teteras dan buen sabor al té, aunque estén feas y poco relucientes. Por eso es importante comprar teteras de calidad que irán envejeciendo contigo. No es broma, la mejor herencia de una abuela inglesa, su tetera del ajuar de boda.
    2. El té se compra al peso y de calidad. En Inglaterra es posible encontrar buenas marcas de té en bolsa, pero aquí no es tan fácil, por eso es mejor comprarlo en una tienda de té, al peso y fresco. Así podrás comprobar la diferencia, no sólo entre las diferentes clases de té rojo, negro, blanco, verde, etc., también entre el té bueno y el malo.
    3. El té se añade después de hervir el agua, se tapa y se deja reposar unos minutos. Generalmente 3-5 minutos, no más. Y los tés verdes o blancos se dejan menos tiempo porque son tés más frescos con menos tiempo de secado.
    4. El agua es importante. Por eso el té sabe diferente en cada parte de Inglaterra. Un truco es utilizar el hervidor de agua para hervir el agua y dejar que evapore sabores y se precipite la cal, luego añadir ese agua hervida a la tetera para volver a calentarla y añadir después el té al retirar del fuego. Otro truco es utilizar agua embotellada, o agua filtrada en una jarra especial que elimina residuos, sabores, cal y algunos metales tóxicos.
    5. El té requiere paciencia. Primero se hierve el agua, después de añade el té, se reposa tapado unos minutos y después se cuela. Si dejas las hojas de té en su interior, se concentran los taninos y el sabor se vuelve más amargo y astringente, mejor no esperar para colarlo o retirar la bolsa y disfrutar de su sabor y propiedades.
    6. Añadir sabores y cosas al té no es té. Sí, el té con azúcar, con leche, el té con frutas, con canela, con frutos del bosque, etc., estará muy bueno, pero el té de verdad se toma como el whisky, sólo y del tiempo.
    7. Hay un té para cada ocasión. El desayuno con English Breakfast es un té negro cargado en cafeína, y el té de las 5 puede ser un té con limón más rebajado en cafeína. El té blanco y té verde son ricos en antioxidantes, nos vienen bien para tomar antes o durante el entrenamiento y el té rojo o pu-Erh ayuda a eliminar las grasas y a depurar el hígado, perfecto también para los entrenamientos largos.


Seguro que tenéis algún truco más, compartirlo con todos nosotros.

¡Feliz Día del Té! Os dejo el Vídeo de Paul McCartney 'English Te'a para disfrutarlo con una taza de té: