Ante una sobrecarga muscular no deberías quedarte indiferente ni tampoco alarmarte en exceso, es muy común tener sobrecargas musculares si entrenas con frecuencia, el problema viene porque en demasiadas ocasiones arrastramos sobrecargas durante meses y no hacemos nada para tratarlas. Te dejamos el protocolo que deberías seguir cuando notas tu musculatura contracturada y sobrecargada. Además, te enseñamos a diferenciar entre microrroturas fibrilares y calambres musculares.
Pasos a seguir ante una sobrecarga muscular
Lo primero que debemos entender es qué es una sobrecarga muscular y dicho de manera abreviada es un exceso de tensión en una región corporal.
Las sobrecargas se realizan de manera progresiva, ofreciendo tensión excesiva al músculo implicado, sabemos que el aumento de fuerza se crea por un estímulo denominado “tiempo bajo tensión” (TUT), cuando este es tan alto que el músculo ofrece un patrón de “seguridad” por contracción se denomina sobrecarga muscular.
Esta sensación no es algo que impida la práctica deportiva, pero sí es una percepción molesta que hará no estar al 100%, por ello debemos tener en cuenta dos cosas cuando nos suceda:
1/ ¿Cuánto tiempo hace que tengo la sobrecarga? Generalmente en la práctica deportiva somos bastante tenaces por lo que puede suceder que tengamos una sobrecarga con la que llevemos tiempo lidiando
2/ ¿Cómo fue producida? En este caso tendremos que saber diferenciar una sobrecarga de un calambre muscular o una microrrotura de fibras.
Tanto el calambre muscular como la rotura de fibras, a diferencia de la sobrecarga surge de manera repentina, la verdadera diferencia es la sensación recibida. En el primero la sensación, como su propio nombre indica es de “calambre” que recorre el músculo, sin embargo en la rotura la sensación es de chasquido en el momento de ser producida.
Cuando ya sabemos que es una sobrecarga
Una vez hemos distinguido que tenemos una sobrecarga, o bien por sensaciones o bien por descarte de prueba de imagen, los pasos a seguir son bastante sencillos teniendo en cuenta las diferentes posibilidades, y por ello ofrecemos 3 opciones que puedes utilizar cuando esto te suceda:
1/ Ante una lesión de este tipo, el tratamiento fisioterápico es una de las mejores opciones, ya que el profesional además de realizarte un masaje de descarga puede llevar a cabo un drenaje linfático que evite el acúmulo de líquido en la zona o incluso la hipertermia, si existe la posibilidad, para la relajación.
2/ Si la opción anterior no la tenemos muy disponible o no podemos contar con ella de manera rápida, podemos optar por un masaje de descarga con electroestimulación, ya que las corrientes tipo tens (10/20Hz) nos ayudan a mejorar el riego sanguíneo y a que la recuperación sea más temprana.
3/ Si aun así nos es difícil cualquiera de las dos opciones anteriores, en principio la realización de estiramientos suaves y progresivos así como los baños con agua fría nos van a ayudar a la mejora de la circulación y por ende a que llegue más sangre a la zona que es el fin último para la recuperación tempranaRecuerda también nutrirte en consecuencia a tus entrenamientos, ya que las sobrecargas musculares son producidas, en parte, por una depleción de las reservas de glucógeno.
