Como cada año por estas fechas sale a la luz una nueva versión de la Saucony Triumph. A decir verdad, y aunque siempre ha estado muy lejos de ser una mala zapatilla, llevaba un par de ediciones que no me sorprendía. Puedo parecer algo puntilloso pero, cuando hablamos de la zapatilla que tiene que competir con la flor y nata del resto de marcas y que debe ser el escaparate de todo lo que es capaz la marca, uno espera que, aparte de buenas, sean realmente innovadoras. La adopción del Ever Run tuvo efectos positivos sí, pero ya venía pidiendo un cambio. La nueva Triumph ha tomado nota para llegar en esta nueva entrega como un verdadero hueso para sus rivales.
ADN TRIUMPH
Seguramente os preguntaréis qué ha pasado con el apellido “ISO" y la que se esperaba quinta versión. ¿Por qué diecisiete? Saucony cambió el apellido hace cuatro ediciones para adherirle el nombre del sistema de ajuste ISO. Una vez que esta tecnología ha pasado a mejor vida simplemente han sumado esas cuatro versiones a la última existente y por ende toca la decimoséptima edición.
Dejando de lado aspectos identificativos la nueva Triumph recoge toda la esencia de lo que siempre fue esta saga: una zapatilla superlativa en amortiguación, confort y buen rodar. Lo realmente interesante de esta edición es que sube el listón bastante más arriba que sus predecesoras y lo hace a golpe de innovación tecnológica y una gran puesta a punto del chasis, cosa que era su punto flaco. Voy a desglosarla un poco:
Suela:
Saucony ha hecho una suela bastante destinada al asfalto, apenas tiene oquedades y es difícil que se enganche. Este diseño la hace muy resistente a la abrasión lo que junto al Crystal Rubber que ocupa todo el antepié nos asegura una larga vida. Solo en la puntera y el talón hay dos porciones de la clásica goma dura. En la anterior Triumph os conté como el Crystal Rubber me había dejado una mala sensación de agarre en mojado. Ahora ha mejorado sus prestaciones en este campo pero aún sigue siendo una asignatura pendiente.
Mediasuela:
Es sin duda la protagonista ya que recibe el nuevo compuesto estrella de la marca, el PwrRun **. Aunque a simple vista os pueda parecer lo mismo que hemos visto en las anteriores, marca diferencias con el Ever Run. Amortigua ligeramente más pero **sobre todo es más elástico y ligero y eso es algo que se nota muchísimo. Pero no solo de buen compuesto vive la Triumph sino que la mediasuela es de medidas generosas en todas sus cotas. Arroja la nada desdeñable cifra de 33.5-25.5 mm de perfil que además tiene unas ondulaciones que trabajan para suavizar y guiar la transición de pisada.
Upper:
La Triumph también da un paso adelante en su upper, seguramente su asignatura pendiente desde hace un par de años. Con unas proporciones mucho más cuidadas y acordes la increíble malla de ingeniería tipo Jacquard brilla con luz propia. El ajuste es casi perfecto y muy suave. Si tengo que ponerle alguna pega es que el talón sigue padeciendo de unas medidas un tanto exageradas y a pesar del también excelso acolchado y del impresionante contrafuerte puedes sentirte inseguro si tienes el tobillo fino.
EN MARCHA
La nueva Triumph 17 es de esas zapatillas que yo llamo anestésicas. Te la pones y desde que metes el pie te dan ganas de rodar largo y tendido pero nunca rápido. Seguramente sea la zapatilla más confortable del momento y eso no es solo gracias al upper, donde hay otras que pueden igualarla, sino por la combinación de transición de pisada-tacto de amortiguación que tiene. La transición es perfecta, muy continua, sin sobresaltos y el tacto suave sí pero también con mucha progresividad en su entrega.
De la cantidad de amortiguación creo que hasta sobra hablar, es excepcional. Tantos buenos modales y perfil alto no comprometen la estabilidad que sin ser brillante tienen un buen nivel. La clave está en la amplia base de la mediasuela. Es una zapatilla que asienta muy bien al suelo, con un gran pisar. Donde sí es un lastre ese conjuro de buenas maneras es a la hora de correr rápido. Un poco intrigado por ver las cualidades del nuevo material de mediasuela intento apretar pero no es fácil sacarle ritmos alegres. Lo bueno es que no es así no porque sea pesada o chiclosa sino porque la ingente cantidad de amortiguación te pone las cosas difíciles. El reloj apostilla que si bien no se va excesivamente lento le cuesta raspar segundos por kilómetro pero la Triumph no está concebida precisamente como un formula uno. El aspecto que menos me gusta es la anchura del collar pero tengo que tener en cuenta que mis tobillos son bastante finos y aun así tampoco me puedo quejar demasiado por un ajuste inficiente.
En conclusión diré que la Saucony Triumph 17 viene de nuevo como una durísima rival para zapatillas como la Asics Nimbus, Brooks Glycerin, Mizuno Sky o Nike Vomero puesto que aporta unas dosis de amortiguación y confort muy difíciles de batir. No es la más ligera, pero a pesar de su ganancia de prestaciones pierde peso y ya pasa como una más, y es una opción muy recomendable para corredores de pisada neutra y peso hasta 95 kilos que busquen una zapatilla hiperamortiguada, confortable a rabiar, muy duradera y capaz para moverse a ritmos medios y bajos con total seguridad.
OK:
Mejora las cotas de confort y amortiguación de sus antecesoras por mucha diferencia.
El nuevo material de mediasuela necesita muy poco para demostrar que verdaderamente es mejor.
Ha realizado cambios muy interesantes en el upper.
La transición de pisada es excelente
KO:
El collar sigue siendo algo ancho.
Aún le vendría bien perder algunos gramos.
Es difícil sacarle kilómetros rápidos.
Precio aprox. 170 € Peso: 305 gramos
