Un futuro electrizante

Sin ruidos, sin humos, apenas un zumbido es lo que escucharás cuando pase un 'bicho' de estos a tu lado: es la nueva KTM Freeride-E un vehículo eléctrico para disfrutar de la naturaleza a placer. ¿Y qué tiene que ver esto con Sport Life?, ¿hay que dar pedales? Pues no, no hay que dar pedales como sí que ocurre con las bicis eléctricas de la misma marca, pero si te preocupa tu puesta en forma te podemos asegurar que los antebrazos, abdominales, lumbares, dorsales... se llevan una paliza importante a poco que quieras moverte rápido en zonas algo técnicas.

Juanma Montero

Un futuro electrizante
Un futuro electrizante

Sin ruidos, sin humos, apenas un zumbido es lo que escucharás cuando pase un 'bicho' de estos a tu lado: es la nueva KTM Freeride-E un vehículo eléctrico para disfrutar de la naturaleza a placer. ¿Y qué tiene que ver esto con Sport Life?, ¿hay que dar pedales? Pues no, no hay que dar pedales como sí que ocurre con las bicis eléctricas de la misma marca, pero si te preocupa tu puesta en forma te podemos asegurar que los antebrazos, abdominales, lumbares, dorsales... se llevan una paliza importante a poco que quieras moverte rápido en zonas algo técnicas.

He de reconocer que me sorprendió que KTM, expertos en motos de campo, nos invitara a probar su último invento, pero una vez allí vi que las piezas encajaban con más naturalidad de lo esperado. Estábamos ante una moto con todas las de ley, pero con la importantísima diferencia de su sistema de propulsión. Que se mueva con un motor eléctrico alimentado por una batería supone un mundo de diferencias, suena poco más que un juguete teledirigido y no "huele raro" y eso la hace mucho más compatible con la convivencia en la montaña con el resto de usuarios.

La KTM Freeride-E te permite moverte por la montaña de una forma diferente y mucho más amable que con unas moto de campo convencional.
(Foto: Santi Ayala)

A pesar de su talante 'soft' sigue siendo una moto, por tanto en nuestro país se enfrentará a los problemas legales de acceso de todas las motos de campo, con la circulación limitada a las pistas y caminos abiertos al tráfico rodado, circuitos cerrados y fincas privadas. Precisamente por esta razón hay zonas en algunos países de Europa (Francia, Austria, Bélgica, Alemania, Finlandia y Holanda de momento) donde se están creando "Freeride-E Parks", con circuitos que incorporan elementos clásicos del freeride en bicicleta (caminos de madera, rampas, peraltes...) ya que esta KTM es eminentemente un vehículo para la diversión.

Freeride E Park_02 Dos 'electromotoristas' pasándolo en grande en un Freeride Park.
(Foto: Rudi Schedl)

 

CONTACTO...¡Y ACCIÓN!

Giras la llave de contacto, pulsas el botón de arranque y, sin que notes absolutamente nada, ni vibraciones ni sonido alguno, la KTM ya está lista para emprender la marcha. Las luces de su panel de control te hacen saber que todo está en orden y te indican en qué nivel de rendimiento está la moto, 1, 2 ó 3.

ktm_freeride-E_02 De un vistazo conoces el estado de carga de la batería y el nivel de potencia elegido.

Empezamos eligiendo el nivel 2 y la verdad es que es girar un poco el puño y arrancar con fuerza, mostrando una de las características de los vehículos eléctricos, que dan el mismo par motor a cero que a 4.000 revoluciones, concretamente 42 Nm, siendo su potencia máxima de 22 hp a 4.500 rpm. La moto es comodísima y solo hay que tener cuidado, si vienes de la bici como yo, con los frenos, que están cambiados de lado: el trasero a la izquierda. Ambos frenos son de palanca en el manillar como en un scooter, no hay pedal para el trasero. Tampoco hay palanca de cambio así que los pies solo tienen que preocuparse de quedarse bien pegaditos a las estriberas, tarea que no siempre es fácil cuando la KTM despliega toda su caballería.


Estamos en Austria, la patria de la marca, concretamente en Haalbach, un auténtico paraíso de montañas, pistas y verdes paisajes. Toda la primera parte del recorrido de test es en subida y las Freeride-E se muestran muy poderosas. Sigo sorprendido con la combinación de velocidad, aceleración y silencio, una maravilla. En el descenso vamos por circuitos de bici, un 'singletrack' con curvas peraltadas, algún que otro salto e incluso pasarelas de madera, ¡qué gozada! No faltaría el paso de algún que otro curso de agua, el ascenso a algunas cotas de altitud considerable ni las vueltas a un pequeño circuito tipo cross que nos marcaron especialmente para la ocasión, de forma que pudiéramos probar a placer. ¡Vaya paliza para los antebrazos, tengo que parar cada dos vueltas para recuperarme!

Freeride E-SX_action04 Con un buen piloto encima (ya me gustaría a mi ser el de la foto...) permite los mismos saltos que sus hermanas de gasolina, con la diferencia de que podrás disfrutar al lado de cualquier núcleo urbano sin molestar.
(Foto: Rudi Schedl)

Somos una buena tropa de 'electromotoristas' y cuando nos cruzamos con excursionistas nos ponemos a velocidad de caminante. La verdad es que nadie se nos indignó, quizá por la sorpresa de ver pasar motos sin ningún ruido y sin trazas de humo ni olor a gasolina. Está claro que el uso compartido de la montaña es más una cuestión de educación.

 

E-TECNOLOGÍA

En su desarrollo KTM ha echado el resto, con un motor sin escobillas síncrono con imán permanente  y una batería de 360 celdas de ión litio desarrollada por Samsung.

ktm_Freeride_E_motor_akku_re El conjunto del motor, abajo en color metálico, y la batería, esa 'maleta' negra que tiene encima, es realmente compacto. La batería se extrae con gran facilidad cuando se descarga, para cambiarla por una cargada en un par de minutos.

Esta batería alcanza el 100% de su carga en 80 minutos y en apenas 50 minutos tiene un 80%. Cargada del todo permite en torno a una hora de movimiento, no te servirá para hacer más de 50 a 60 km pero desde luego serán intensos y probablemente muy placenteros.

ktm_freeride-E_foto-sebas-romero_01 No puedo negar que el test de la Freeride-E resultó todo un descubrimiento, permitiéndonos recorrer zonas de montaña espectaculares de Saalbach, en Austria.
(Foto: Sebas Romero)

Todo se acopla a un chasis a medida para esta moto, en el que llama la atención lo estilizado de su parte inferior, con un subchasis de poliamida reforzada con fibra de carbono. Las suspensiones son cosa de White Power, como en las mejores motos de campo, los frenos son Formula, como en muchas bicicletas de descenso, las ruedas las firma Giant y en las cubiertas se usa una solución mixta, con una trasera más enduro y una delantera con toque trialero.

En el modo 3 la entrega de la potencia es impresionante y el modo 1 es perfecto para zonas de tracción delicada cuando no necesitas ir muy rápido y te hace falta un buen control del acelerador. Un aspecto a corregir, según nuestro criterio, es que el cambio de modos no se puede hacer en marcha. Siendo el más novato del grupo de test hubo zonas en que me encontraba más cómodo y seguro en el modo 1, pero cuando el resto aceleraba a fondo (en modo 2 o 3) yo me quedaba atrás sin poder seguirlos, hasta que nos reagrupábamos o decidía parar para cambiar de modo y ya entonces enganchaba al 'pelotón' de nuevo.

ktm_freeride-E_04

La Freeride-E es un vehiculo para la diversión que puede ganar muchos adeptos entre los usuarios más juguetones de bicicleta de montaña, los que prefieren una buena zona técnica donde poner a prueba su control antes que una larga y extenuante subida. También es un vehículo que permite el acceso a zonas remotas a gente que no tiene la condición física suficiente como para llegar por sus propios medios ya que resulta fácil de conducir e intuitiva de manejar, y es totalmente compatible con zonas urbanas pobladas: su ausencia de ruido y emisiones hace posible que haya circuitos incluso dentro de urbanizaciones porque no vas a molestar ni despertar a nadie de la siesta.

ktm_Freeride_E-XC_charging_02 A la KTM Freeride-E no se le pone gasolina, sino electrones. El repostaje es un proceso limpio y sencillo.

Hay tres versiones, con la diferencia de que dos, Freeride-E XC y Freeride-E SM, son matriculables, con luces y todo lo necesario para moverse por carretera, y la otra, Freeride-E SX, más 'crossera' está pensada para entornos cerrados. La XC es la versión de Enduro y la SM es una moto mixta, una ciudadana con el mismo aire campero de la XC y cubiertas aptas para el asfalto.

Los precios asustan un poco, 11.497 € con la batería y el cargador incluidos, aunque hay que tener en cuenta que de gasolina y mantenimiento tienes prácticamente cero euros de gasto. Sólo hay que cambiar 150 ml de aceite cada 50 horas de uso y llenar la batería te sale por escasos céntimos de euro. Hay mucho trabajo de I D detrás, y está claro que KTM ha abierto un nuevo camino con sus Freeride-E, donde son pioneros y ofrecen un producto sofisticado, diferente, novedoso... ¡y muy divertido!

www.ktm.com/freeride-e