Técnica de carrera en montaña

Domina las pendientes montañosas afinando tu estilo de carrera

SportLife

Técnica de carrera en montaña
Técnica de carrera en montaña

Para dominar la técnica no hay más que practicar y practicar. Un buen tono muscular te da seguridad en las bajadas y potencia en las subidas, además de confianza en los saltos y situaciones difíciles.


Las articulaciones trabajan mucho y necesitan acostumbrarse también.

Debemos trabajar la zancada en las ascensiones, de forma que, según el desnivel, sepamos con el tiempo cuándo avanzaremos más echando a andar o cuándo podremos mantener un ritmo constante de carrera.

Además de ser un reto divertido, debemos buscar sendas difíciles para irnos acostumbrando.

Para mejorar en las bajadas hay que ir progresando en la velocidad. Primero probad despacio a buscar apoyos complicados y aparentemente inestables.

Alguna torcedura de tobillo nos llevaremos, pero iremos cogiendo confianza. Es como aprender a montar en bici.

Después acelera de vez en cuando en algún tramo de bajada, arriesga cuando lo veas claro. Verás la velocidad que puedes alcanzar y las sensaciones que proporciona. Y no ha pasado nada. No te has caído. Luego, poco a poco, podrás hacer tramos más largos hasta dominar perfectamente el medio.

Para trabajar los ritmos de subida es bueno conocer el desnivel de nuestro recorrido. El perfil de la montaña hace imposible establecer unos ritmos como en el asfalto y las sensaciones pueden ser engañosas. En las cuestas arriba por buenos caminos es preferible coger un ritmo constante suave a alternar andar y correr.



Bajadas

Adquirir un buen nivel técnico en las bajadas es difícil. Mira atentamente el suelo y anticipa los apoyos con la vista. Tienes que ser muy rápido y tener los reflejos muy alerta. Busca apoyos seguros. Si no lo ves claro, haz un apoyo rápido. De esta manera no te da tiempo a desequilibrarte. Abrir los brazos

ayuda a equilibrar. Lleva el tronco ligeramente hacia atrás para no caer de boca o rodando por el suelo. Si las bajadas son de varios kilómetros o muy largas, alternar la carrera con algunos saltos ayudará a que no se carguen demasiado las articulaciones y la musculatura del muslo.



Subidas

En las subidas más duras a veces es mejor echar a andar. Busca un ritmo adecuado y apoya tus manos en las rodillas para hacer fuerza con los brazos. Te ayudará en el esfuerzo.


Si el desnivel y nuestras fuerzas lo permiten, podemos subir corriendo. La clave es encontrar un ritmo constante que podamos mantener. Es más fácil y llevadera una mayor frecuencia de zancada pero más pequeña. Aunque parezca que no avancemos, es la mejor y más rápida manera de progresar.