¿Puede todo el mundo correr un maratón?De aquel primer maratón recuerdo que amaneció con lluvia y nos cayó el diluvio hasta el km 20 cuando el día abrió y llegamos a meta con un sol espléndido. Mi desconocimiento del mundo del maratón eran tan grande que pese que había hecho el medio maratón en 1h 26, como me habían dicho que la clave era ir despacio pasé el medio maratón en 2h 02’ y le iba preguntando a otros participantes si ese ritmo era suficientemente lento. A partir del paso por la Casa de Campo que ya era el km 25 empecé a correr y todavía me dio tiempo a bajar de 3h 40’.
Desde entonces he corrido otros 27 maratones y mi “enganche” por el desafío de Filípides me ha permitido, casi siempre en compañía de mi mujer Yolanda, conocer un montón de países, como Islandia dónde nos fuimos en agosto a correr una prueba en la que éramos menos de 300 participantes o el Big Five Marathon, que se corría en la sabana sudafricana con los animales, aunque en teoría controlados, dando vueltas por ahí.
Como veterano en la distancia que soy me preguntan muchas veces eso de “¿Tú crees que yo estaría preparado para ser finisher?”. Está la respuesta más técnica, que pasa por llevar al menos un par de años de experiencia como corredor, haber participado en unos cuántos medios maratones y ser capaz de bajar de 2h 15’ y luego seguir un plan de entrenamiento de tres meses en la que además de correr (sin pasar de dos horas en los rodajes largos, que más lo único que hace es castigar tu organismo y aumentar tu “número de boletos” para acabar lesionado) hagas el entrenamiento de fuerza que no lo hace casi nadie y es la clave para evitar no darse contra el “muro” del maratón.
Es cierto que ahora hay gente que va al maratón (a aquellos que permiten tener en seis horas o más, como puede ser el caso del Zurich Maratón de Sevilla en nuestro país dónde el límite está en esas seis horas o a nivel internacional en Nueva York dónde entra en meta gente en más de 8 horas) y lo hace casi todo andando. Aquí viene la polémica: ¿puede todo el mundo correr un maratón? ¿realmente tiene valor hacer un maratón entero caminando o esa medalla de finisher no vale lo mismo, por ejemplo, de un sub 3 horas? ¿Corren más riesgo físico por enfrentarse al maratón en una fórmula tipo “Camino de Santiago” que el que se deja el alma para bajar de cuatro horas? Mi opinión es que también hay que respetar el mérito que tienen estos maratonianos-caminantes, que muchas veces tienen una gran historia de motivación detrás, aunque mi recomendación, para empezar y sea cuál sea el ritmo al que vas a hacer los 42’195 km, es empezar por ir a un médico deportivo a que te haga un chequeo completo con prueba de esfuerzo y ecocardiograma si lo cree necesario y luego seguir un plan de un entrenador cualificado y con experiencia en deportistas populares en deportes de resistencia.
Cumplido esto, creo que no podemos permitir que sea el reloj de meta el que decida qué corredor es realmente maratoniano y cuál no, y por supuesto, más riesgo tiene la vida sedentaria que aquellos que aunque caminando se deciden a hacer un maratón, una experiencia vital que seguramente les motivará para siempre para hacer una vida más cercana al mundo del deporte y a los hábitos saludables.