Cabeza y brazos: dos puntos claves para correr mejor

Tu cabeza y tus brazos corren tanto como tus piernas. No te olvides de estos dos importantes puntos claves para correr mejor. El gran atleta Chema Martínez nos cuenta cómo entrenarlos

Chema Martínez

Cabeza y brazos: dos puntos claves para correr mejor
Cabeza y brazos: dos puntos claves para correr mejor

El corredor no "está hecho" solo de piernas, para una buena técnica y una economía de carrera óptima la posición de tus brazos y hasta de tu cabeza juegan un papel crucial.

Agachar la barbilla mirando al suelo, retrasar los hombros proyectando la cabeza hacia atrás, incluso rotar la cabeza a un lado... Hemos visto de todo corriendo por el parque, pero lo cierto es que, en este sentido, solo hace falta un poco de sentido común. 

Posición de la cabeza

 

 

 

Mientras corremos nuestra cabeza debe ser una prolongación del tronco: una posición equilibrada y neutra. La cara no debe aparecer crispada, sino relajada… ¡Estamos disfrutando! Si tenemos tensión, esa tensión va a trasladarse al resto de nuestro cuerpo. Nuestra posición ideal debe ser con la cabeza erguida, con la mirada fija en un punto en el horizonte y nuestra mandíbula relajada para evitar cualquier crispación en la carrera, esto además nos ayudará a respirar mejor.

Un ejercicio muy útil para este trabajo es colocar un libro o una revista sobre nuestra cabeza mientras caminamos mirándonos en un espejo. Si no se te cae el libro, buena señal, no realizas muchas oscilaciones de cabeza, si se te cae ya sabes lo que toca… ¡Sigue entrenando!

 

¿Cuál es la posición del tronco idónea?

Nos la marca el alineamiento del eje de tobillos, rodillas, caderas y hombros. Al unir estos distintos puntos debe resultar una línea vertical, aunque ligeramente desplazada hacia delante.

Posición de brazos. Es una de las grandes asignaturas pendientes para muchos: debemos evitar dejarlos rígidos, pero también es un gran error moverlos en exceso generando oscilaciones innecesarias que solo nos restarán energía.

El braceo nos va a ayudar a correr un poco más y también va a conseguir que nuestro corazón pueda latir un poco más deprisa.

¿Cómo es el braceo óptimo?

 

 

 

Los brazos deben estar a 90 grados, ligeramente separados del tronco. Las manos se recogen "semicerradas", como si tuviéramos dentro unas mariposas, no se pueden apretar en exceso porque las aplastaríamos, pero el cierre del puño tampoco puede ser muy abierto o de lo contrario se escaparían. Debemos adoptar una posición cómoda de semiflexión. Lo único que debemos hacer es, respetando este eje, mover los brazos. Es muy importante el trabajo de estabilización de core, el tronco no se mueve, recuerda que lo único que se mueven son los brazos, pero sin rotaciones ni aspavientos.

Ejercicios para el trabajo de braceo

Para practicar el movimiento de brazos podemos probar incluso en casa: cogemos un puñado de legumbres con cada mano por ejemplo, para añadir un poco de peso. A continuación, debemos activar el core y bracear en el sitio controlando y evitando la rotación del tronco y manteniendo la zona abdominal estable. ¡Muy atentos porque aquí lo único que se mueven son los brazos!

 

 

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