Todos alguna vez hemos realizado esos ejercicios abdominales que consistían en elevar el tronco del suelo aproximando el pecho a las piernas, que se encuentran flexionadas con las plantas de los pies en el suelo. Era y sigue siendo uno de los ejercicios más recurrentes a la hora de trabajar el abdomen, pero numerosos estudios certificaron que este ejercicio era dañino para el raquis, ya que generaba demasiada tensión en los discos intervertebrales y esto podía dañarlos e incluso causar alguna hernia discal. ¿Qué pensarías si te dijéramos que al parecer este tipo de abdominales no son tan dañinos como pensábamos?
Siempre nos ha gustado decir que los ejercicios no son ni buenos ni malos, todo depende de la persona que vaya a realizarlos, de sus características y condición física, de su historial lesivo y un largo etcétera más. Sin embargo, de forma general, tendemos a inclinarnos hacia unos ejercicios respecto a otros, ya que algunos de ellos cuando se realizan de forma incorrecta pueden ser más dañinos y lesivos.
Los amantes de los cruch abdominales estáis de enhorabuena. Un reciente estudio, justificado por una extensa bibliografía, afirma que este ejercicio no es tan dañino como parecía. Brad Schoenfeld, investigador y educador sobre la construcción muscular y la pérdida de grasa y autor del libro "The MAX Muscle Plan" y "Science and Development of Muscle Hypertrophy" así lo afirma "Abdominal Crunches Are/Are Not a Safe and Effective Exercise"
Al parecer, los datos que demostraban que el crunch es un ejercicio perjudicial se han obtenido a través de investigaciones ex vivo, es decir, utilizando modelos cervicales porcinos fuera del propio organismo del cerdo, reproduciendo la distribución de la columna del animal en un aparato hidráulico que simula las torsiones cervicales para ver cómo actúan los discos intervertebrales y la propia estructura ósea. Estos datos demostraban claramente lo contraproducente del ejercicio, sin embargo, según la investigación de Shoenfeld, el rango de movimiento absoluto de la columna de los porcinos es menor al de los humanos y las pruebas excedían con creces el número de repeticiones que se suelen hacer en un programa de entrenamiento. Además, es importante saber que nuestro tejido espinal es capaz de adaptarse al estrés producido por el ejercicio progresivo, haciéndose de ese modo más fuerte.
No obstante, para evitar riesgos innecesarios, nosotros siempre recomendamos que el rango de movimiento sea limitado, nunca llegando al máximo de la flexión que posibilita la columna. Con un movimiento de unos 10º es suficiente para trabajar la musculatura del recto sin causar ningún tipo de estrés.
Para realizar crunch de forma segura y eficaz debes tener en cuenta una serie de consideraciones:
Limita tu rango de movimiento
Con 10-12 grados de elevación es suficiente para trabajar la musculatura del abdomen de forma eficaz.
Evita colocar las manos detrás de la nuca
Ya que posiblemente las utilices para intentar elevar el tronco y puedes provocar daños musculares y ligamentosos a nivel cervical.
No realices este ejercicio cuando hayas llevado a cabo una sesión intensa...
Ya que el ejercicio puede dañar los discos vertebrales cuando el estado de fatiga supera la habilidad del tejido para remodelarse eficazmente.