El Abismo de Sydney

... Cuando sólo restan diez minutos para las seis suena el depertador y ¡Arriba!... Uno siempre tiende a "remolonearse" en la cama pero no cuando tiene competición. Las rutinas ya las dejé ayer planificadas mientras veía el partido entre Ferrer y Djokovic, aunque no pude ver más que hasta el primer set, pues había decidido acostarme a las nueve y luego leer un rato hasta quedar profundamente dormido.

santiagosanz

... Cuando sólo restan diez minutos para las seis suena el depertador y ¡Arriba!... Uno siempre tiende a "remolonearse" en la cama pero no cuando tiene competición. Las rutinas ya las dejé ayer planificadas mientras veía el partido entre Ferrer y Djokovic, aunque no pude ver más que hasta el primer set, pues había decidido acostarme a las nueve y luego leer un rato hasta quedar profundamente dormido.

Como siempre dejo lista la mochila con todo lo necesario para la prueba la noche de antes y como se prevén lluvias, obligatorio chubasquero, chaleco de calentamiento y una muda para cuando acabe la competición.

En menos de cinco minutos ya estoy vestido y me he lavado la cara con agua frío, es hora de tomar un buen desayuno y como no me apetece cocinar, pongo un tazón con cereales de salvado de trigo y un poco de leche de soja y los degluto con espasmosa facilidad... ¡TENGO HAMBRE!, así que acabado el bowl, marcho a la calle al "Café La Rosa" con el que ayer mi amigo Kurt me invitó... "¿Roger vienes a tomar un café?"... Mi compañero me dice que no viene y bajo los 64 pisos por ese ascensor que parece un Fórmula Uno.



El camarero me reconoce al instante y me comenta que acaba de abrir y además pregunta irónicamente "¿Que demonios haces despierto a estas horas?"... "Voy a competir en el distrito de The Rocks a las 9 y necesito cargar baterías"... 

El café de ese bar es espectacular y tomo un "Strong Latte" acompañado de un huevo revuelto con unas rodajas de beicon... Me  gusta desayunar muy bien unas dos horas y media antes de calentar... De repente un señor comienza a hablar con el camarero de Ferrer y me entero que Djokovic lo derrotó tres sets a cero, luego sigue con la retransmisión del Barcelona. Acto seguido le pregunto sobre el partido de Ferrer y me basta una frase para preguntarle en Español "¿Eres Español?" a lo que me contesta "Manchego"... Esos huevos revueltos saben deliciosos y, mucho más, oyendo las historias de este señor que lleva la friolera de 40 años viviendo en Sydney.

Me cuenta que a escasos metros está el Club Español y que los tres restaurantes de enfrente son unos clásicos de la cocina Ibérica... Yo le digo que al "Capitán Torres" acudimos todos los años tras acabar el torneo y me cuenta que los tres restaurantes fueron vendidos a chinos y Turcos, aunque la cocina y personal son en su mayoría españoles... En fin me despido con mi último sorbo de café y ambos me desean buena suerte... "¡Si llueve en este circuito vamos a matarnos!", les enfatizo irónicamente.

Subo a mi habitación y lo primero botella de agua para hidratarme constantemente. Me voy a cepillar los dientes y repaso que mi silla esté perfecta... Toca bajar ya hacia el autobús que se encuentra en el otro hotel y que partirá con algo más de medio centenar de atletas y muchas sillas de competición.

Salgo hacia el autobús y aunque las calles están mojadas, la ausencia de lluvia en las últimas horas parece que incita a una prueba sin lluvia y sin una piscina como circuito... Son las siete menos diez y cada minuto que pasa, incrementa exponencialmente la adrenalina.

El autobús se llena hasta los topes y hasta las siete y diez no salimos rumbo a "Cirqular Quey", comparto trayecto con mi amigo japonés Nobu y con el canadiense Kyle. Cuando salimos conecto un poco de música en mi MP3 y escucho a mis "In Flames", sus melodías tan rítmicas me ayudan a activarme un poco más y el conductor también hace lo propio en los cerca de casi diez minutos que tardamos en llegar a la avenida donde dará lugar el inicio de la prueba.

Una vez allí tardamos unos cinco minutos en salir del autocar y me pongo junto con Roger en una zona acotada que han habilitado para los atletas pero, dado que no está cubierta y nos restan unos cuarenta minutos para comenzar a calentar (quiero comenzar a las 8:10), decido ponerme a cubierto en una zona de terrazas de restaurantes que tenemos justo al otro lado de la valla que la organización ha colocado para proteger nuestras pertenencias.

En ese lugar y en ese espacio de tiempo me encargo de hinchar las ruedas, poner un poco de resina a los aros (la utilizamos para tener agarre en condiciones de asfalto mojado y lluvia) y reviso todo (alineación ruedas, tornillería y la multitud de rutinas que siempre consiguen apartarte del plano competitivo)... Por último dar aire a los neumáticos de competición que deben ir siempre a tope... La humedad es muy elevada y decido quitarme el chubasquero pues comienzo a tener mucho calor. Ya sólo me quedo con mi chaleco de calentamiento.

... Una vez acabado todo tengo veinte minutos para comenzar a calentar y voy por última vez al aseo, francamente en situaciones de emergencia parece que la vejiga de la orina se pone a trabajar a tope...

Toca subir a la silla y en cuanto estoy arriba un juez de carrera da un aviso "Guys be careful, right at the botton of the downhill you´ll find on the left side a big pool" (básicamente al final de la bajada a mano izquierda vais a encontrar una buena piscina por la lluvia acaecida durante toda la noche"...

Me pongo manos a la obra y se que tengo 35 minutos por delante para completar 8Km de calentamiento... Cuando me acabo de poner mis guantes, Roger regresa del circuito y le digo "Vaya humedad que tenemos hoy tio"... Él me dice que si que se palpa la humedad en el ambiente.

Comienzo a calentar en la recta de llegada, pues el circuito al final de la primera subida está cerrado por medidas de seguridad, así que toca practicar la subida inicial y la bajada de llegada a meta donde suelen haber caídas de todos los gustos en cada una de las ediciones.

... Las sensaciones son bastante buenas. Ayer estuvo lloviendo todo el día en Sydney y fue imposible entrenar, puesto que las condiciones eran muy impracticables, así que tras un parón muy atípico el día anterior toca probarse... Comienzo muy lentamente con un ritmo muy suave que me permite comenzar a romper a sudar y evitar una lesión. Como norma en mi, caliento solo ya que me gusta estar concentrado y marcar mi ritmo de calentamiento.

El asfalto está mojado y eso nos obliga a extremar precauciones para evitar caídas...

Tras acabar dos kilómetros en esa pequeña vuelta subiendo y bajando, pasando por la línea de salida y meta, decido pararme en el puente donde está cortado el circuito y realizo algunos ejercicios de movilidad articular que me permiten mejorar mi amplitud de brazada y correr más "suelto"... Tres minutos más tarde abren el circuito y prosigo con unos kilómetros más de carrera en progresión pero sin pasar de 150 latidos.

En la primera recta en ligera subida me encuentro fenomenal y un par de atletas se colocan detrás de mi para seguirme. La bajada no parece tener dificultad alguna y me cercioro de la "piscina" al final de la misma... No parece suponer ningún problema para nosotros y la carretera no parece impracticable. Tras la misma comienza la zona del circuito más estrecha y pasamos por debajo del "Sydney Harbour Bridge" que como siempre presenta un aspecto imponente.

Imponente el Sydney Harbour Bridge

Tras pasar el puente me centro en estudiar la dirección del viento en cada recta del trayecto y en observar si existen zonas sucias, pues suelen haber cristales en determinados puntos pero el asfalto está tremendamente limpio... en la recta final del circuito donde hay un giro de 180º y cambiamos de dirección para dirigirnos a meta, el asfalto es rapidísimo pero tenemos fuerte viento de contra. A diferencia de otros corredores que dan la vuelta antes del giro del kilómetro 2,5 , yo decido practicar el mismo y realizarlo a unos 17Km/h y la silla responde a las mil maravillas... Una vez en ese punto decido regresar hacia la salida, pues son las ocho y media y quiero seguir calentando y practicar la subida y la bajada final con la curva a izquierdas.

Durante la subida me encuentro francamente bien y en la bajada quiero estudiar a que velocidad se puede realizar la curva sin poner en peligro mi integridad física... Parece que a 28Km/h se hace bien.

Una vez paso por línea de meta, paro a beber un poco de bebida isotónica que he dejado en un rincón y aprovecho para entregarle a "Louise Savage" mi chaqueta de calentamiento. Siento que estoy sudando mucho y voy a realizar unas rectas antes de regresar a la línea de salida... El calentamiento general ya está completado y ahora queda la parte final. Unas aceleraciones de cien metros para tener la sensación de rapidez... a mí personalmente me aportan confianza y consigo subir un poco el pulso al ritmo que exige esta prueba de 10Km (180-185 latidos)...

A las 8:45 cierran ya el circuito y los jueces comienzan a llamar a los atletas de la clase open man a alistarse en la parrilla de salida... Percibo que el circuito está abarrotado de público.... Esos minutos se me hacen eternos... Una vez todos los atletas se encuentran alistados, nos colocan a nosotros (cuadripléjicos, juniors y mujeres) justo detrás... Ya quedan sólo siete minutos y comienzan presentando a todos los atletas de la prueba open masculino... uno a uno citan a todos los atletas de la primera fila... Posteriormente el himno nacional, donde todos los "aussies" enloquecen... Esto incrementa de manera considerable mi flujo de catecolaminas, las cuales aceleran mi pulso.

Esperando a ser alineados en la parrilla de salida... Mujeres, quads y juniors

Cuando se oye el disparo de salida de la prueba open man, tenemos tres minutos para el pistoletazo de salida de nuestra prueba... A los pocos metros de la salida, hay un choque entre dos atletas. A uno de ellos lo reconozco, es el canadiense Kelly Smith, afortunadamente todo queda en un susto y los atletas siguen compitiendo.

Estando en primera fila todo se ve mucho más claro, la primera recta, la primera curva, el trazado que has de hacer en la misma... allí escuchas a todo tu cuerpo; tu respiración, tus latidos e incluso sientes cuando los pelos se erizan de la excitabilidad que genera esta prueba... Recuerdas lo bien que has competido en la última semana con los 12´44´´en 5000m, bajo la lluvia y que todo va rodado para intentar una victoria y un gran crono...

Nos presentan a todos los atletas de la primera fila y acaban conmigo que estoy en el extremo derecho... "All the way coming from Albatera (Spain)...", aunque lo escuchas en muchas competiciones, siempre te genera un increíble sentimiento reconfortante cuando escuchas tu nombre y tu pueblo...

Cuando restan sólo sesenta segundos y advierten los jueces de la cuenta atrás, todo fluye mucho más lento, la percepción de todo lo que en ese insignificante minuto ocurre es mucho mayor... A los treinta segundos una luz de alarma se enciende en el organismo, supongo parecida a la de un pura sangre cuando va a disputar una carrera... son momentos de tensión y te relajas en la medida de lo posible pensando en cosas muy valiosas... yo pienso en mis dos hijas, ellas me aportan confianza y seguridad en mi mismo... Mentalmente me reitero "Vamos Santi, vamos,,, has trabajado muy duro, hay que disfrutar y hay que partir la pana"...

A los diez segundos ya estás "compitiendo" literalmente... tu cuerpo está parado pero tu mente corre más que el reloj... tu corazón se dispara y sólo cierras los ojos cinco segundos para rebajar un poco la tensión... FOUR, THREE, TWO, ONE,...