Llevo despierta desde las 4:00 de la mañana y aprovechando al máximo el tiempo para ponerme al día en el trabajo, preparando estos próximos días festivos y buscando tiempo para salir a correr a lo largo del día de hoy. Llevo dos días inmovilizada después de un vuelo de más de 15 horas. Pensaba que no llegaríamos nunca. Han sido muchas horas dentro del avión, comiendo para entretener la mente de cualquier manera e intentado dormir. El resultado es un desajuste de todo, pero destaco el jet lag en primer lugar, por supuesto. Las comidas van en segundo lugar, porque claro, si desayunas a las 4:00 a.m. ya vas mal también todo el día y los entrenos ya ni sé donde quedaron en el tiempo.
Viene la Navidad y se cruzan un montón de sentimientos. Por un lado, solo oyes lo poco que les gusta en general a las personas la Navidad, por otro lado, hay a quien le hace ilusión y esa ilusión también tiene cabida en este terreno de arenas movedizas, donde los excesos abundan en todos los ámbitos, menos en los saludables, nadie se cuida y menos que nunca en Navidad, fin de año o Reyes.
El cruce en cuestión
Lejos de dar ejemplo, estoy hecha toda yo un carbohidrato y ya empezándome a sentir mal, mal física y “espiritualmente". Es un desastre. Pero tiene arreglo, todo tiene arreglo, casi siempre. No me preocupa, me preocupan más otras cosas.
Sin ir más lejos, ayer recogía a Voba (mi hijo) de su actividad deportiva de los martes, después del colegio. Eran las 19:30 de la tarde y salí de casa sin el carnet de conducir ni los papeles del coche. Grave hasta cierto punto. De hecho, no me multaron por ir sin papeles. Voy muy cerca a buscarlo, yo vivo en un pueblo y las distancias son cercanas. A la vuelta a casa, siempre giro en la misma calle a la izquierda, es la calle donde vivo. Ya sé que es un cruce no muy fácil pero donde está permitido el giro. Frené, el coche de delante estaba parado esperando a hacer el mismo giro que yo hacia la izquierda. Mi intermitente estaba puesto, pasó el coche de delante y puse la primera marcha para estar preparada para dar el giro.
¡Zaaaaassss! Oigo y veo como un coche por detrás no frena sino que se empotra contra mi coche. Compruebo que Voba está bien, lo estaba y yo también. Asustada por el choque, aparco en el lateral y bajo del coche. Hago señales al coche que se ha chocado contra mí para que aparque, veo que aparca en medio del paso de cebra… Llamo a la policía, la verdad es que no tardaron nada.
¿Cuál fue mi sorpresa al ver que la conductora podría ser mi hija? Adolescente, sin experiencia, paralizada sin decir nada, fumando y sin llamar a sus padres. Yo insistía en que debía llamar a sus padres, ella me contestaba que cuando acabáramos los llamaría. No me voy a extender más, la policía nos hizo la prueba de alcoholemia, la chica en cuestión dio 0,59; se quedó a 0,01 de ir al calabozo. Lástima.
Educar es responsabilidad de todos, además de tener valores en la vida, se trata de
Vebo y yo, ¡listos para la Navidad!
compartir, compartir el respeto a los demás. En este caso, no cogiendo el coche y conduciendo habiendo bebido y sin apenas experiencia en conducir. Su padre llegó cuando la policía me dijo que podía marchar, que ahora, el resultado en la prueba de alcoholemia era asunto de ellos.
Estas Navidades por comer un carbohidrato de más no pasa nada, en enero hacemos de nuevo el “Two week Test" y listo, pero beber de más sí que pasa.
"Educar es responsabilidad de todos". Me quedo con esta frase
Felices fiestas a todos aquellos que sí os hacen ilusión las fiestas, a los que no, no pasa nada, será un carbohidrato de más que en enero os lo sacaréis con el método de Phil :) pero a todos os deseo un gran 2016 lleno de retos e ilusiones.
Educar es responsabilidad de todos
Llevo despierta desde las 4:00 de la mañana y aprovechando al máximo el tiempo para ponerme al día en el trabajo, preparando estos próximos días festivos y buscando tiempo para salir a correr a lo largo del día de hoy. Llevo dos días inmovilizada después de un vuelo de más de 15 horas. Pensaba que no llegaríamos nunca. Han sido muchas horas dentro del avión, comiendo para entretener la mente de cualquier manera e intentado dormir. El resultado es un desajuste de todo, pero destaco el jet lag en primer lugar, por supuesto. Las comidas van en segundo lugar, porque claro, si desayunas a las 4:00 a.m. ya vas mal también todo el día y los entrenos ya ni sé donde quedaron en el tiempo.
