Consejos vendo y para mí no tengo

Os explico lo que conlleva competir demasiado con mi propio ejemplo, que he participado en 36 carreras en los últimos 10 meses

Miguel Ángel Rabanal

Consejos vendo y para mi no tengo
Consejos vendo y para mi no tengo

No cabe duda que siempre he tratado de inculcar a todos mis pupilos y lectores que competir demasiado, no solo no es bueno para la salud física y mental, sino que tampoco es bueno para el rendimiento, y en este sentido he querido comprobar esto en mis propias carnes durante este año, ya que desde que corriera la San Silvestre de la ciudad donde resido el 30 de diciembre (hace poco más de 10 meses), he participado en 36 carreras, ¡nada más y nada menos!, y es que nunca había hecho tantas en tan poco tiempo; echando cuentas me han salido de media casi 4 al mes durante gran parte del año.

  1. San Silvestre de San Andrés del R. (1º absoluto)
  2. San Silvestre de León (7º absoluto)
  3. San Silvestre de La Virgen del Camino (2º absoluto)
  4. San Silvestre de La Robla (6º absoluto)
  5. Cross de Reyes de Benavides (4º absoluto)
  6. Cross de Boñar (3º absoluto)
  7. Cross Campo de Golf León (3º absoluto)
  8. Trail Nocturno de Astorga (1º absoluto)
  9. Cross Quinta Raneros (2º absoluto)
  10. 10 km Entreculturas (2º absoluto)
  11. 10 km Virgen del Camino (4º absoluto)
  12. 10 km Almanza (2º absoluto)
  13. Media Maratón de León (6º absoluto)
  14. Duatlón Open de Avilés (2º absoluto)
  15. 5 km Stop Ahogados (1º absoluto)
  16. 10 km Sahagún Mudejar (7º absoluto)
  17. Carrera El Salvador de La Bañeza (4º absoluto)
  18. 10 km Universitarios León (2º absoluto)
  19. Media Maratón de Benavides (2º absoluto)
  20. 11 km Gordoncillo (3º absoluto)
  21. Legua de Aundanzas del Valle (2º absoluto)
  22. Carrera de 8 km Vilecha (1º absoluto)
  23. Trail Sena de Luna (3º absoluto)
  24. 10 km de Cistierna (3º absoluto)
  25. Cross de La Robla (2º absoluto)
  26. 8 km Sahelices de Payuelo (1º absoluto)
  27. 8 km Santas Martas (1º absoluto)
  28. Legua de Santa María del Páramo (6º absoluto)
  29. 8 km Santa Marina del Rey (3º absoluto)
  30. 10 km Valencia de Don Juan (5º absoluto)
  31. Legua y media de Benavides (1º absoluto)
  32. 8 km Leyenda del Páramo (4º absoluto)
  33. Carrera Relevos Copa Diputación (1º absoluto)
  34. Media Maratón La Bañeza (7º absoluto)
  35. 10 km Ciudad de León (9º absoluto)
  36. Urban Trail Universidad de León (4º absoluto)

Valoración personal en 25 puntos:

22 puntos negativos y tan solo 3 puntos positivos.

Puntos positivos:

  • Campeón de la Liga de Cross de León, y Subcampeón del circuito de la Copa Diputación de León.
  • He sido consciente de que competir demasiado no es la mejor opción para cualquier tipo de corredor, corroborando lo que intento inculcar a todos los corredores que entreno.
  • Me ha servido para hacer esta reflexión en forma de artículo.

Consejos vendo y para mi no tengo

Consejos vendo y para mi no tengo

Puntos negativos:

Son los primeros que se me han venido a la cabeza pero estoy seguro que hay más. * El rendimiento medio en cada una de las pruebas siempre ha estado lejos de mis mejores marcas y puestos en dichas carreras, ganando solamente cuando no había una rivalidad grande y en la mayoría de los casos las victorias no fue por méritos propios sino por ausencia o fallo de los rivales. * Pérdida de motivación para entrenar corriendo, igualando casi los días de competición a los de entrenamiento. * Acumulo de estrés a mi vida diaria derivado de la pérdida de tiempo en desplazamientos, inscripciones, preparativos, análisis de clasificaciones, fotos,… * Aburrimiento de mi pareja las semanas de competición por la dinámica de mi ritual para las mismas: comidas, calentamientos,… * Mayores gastos en gasolina, inscripciones, material,… que no son compensados por los escasos y casi siempre nulos premios en metálico de la mayoría de las pruebas populares. * Realización de entrenamientos más escasos, monótonos y de peor calidad, pensando en que la competición era el mejor entrenamiento por las escasas sesiones que hacía (menos de 25 km semanales con la carrera incluida). * Reducción de la práctica de otras actividades deportivas que me gustan. * Menos tiempo disfrutando de otros menesteres de la vida que como sabéis están en las cosas más sencillas como puede ser simplemente dar un paseo o leer un libro por puro placer. * Desajuste ante situaciones inesperadas de la vida como la mudanza de casa que tuvimos y los ingresos hospitalarios de mi madre. * Tiempo libre condicionado casi en exclusiva para las carreras. * Reducción drástica de la vida social y familiar. * Ligera obsesión por hacer buenos puestos y superar a otros rivales. * Monotonía semanal con viajes muy repetitivos para seguir siempre la misma rutina precompetitiva. * Normalmente más insoportable los días previos a la competición. * Alteración constante de las comidas previas a la competición y ligeramente las posteriores por el sobreesfuerzo realizado. * Cansancio y desgana a los pocos días de haber competido. * No disfruté de vacaciones personales como tal, para no dejar de competir. * Peor salud: por debajo de mi peso ideal, más resfriados de lo normal, menos energía diaria, peor calidad del sueño, menor masa muscular, peor aspecto físico,… * Alteración en los biorritmos normales del año con sus diferentes fases. * Pérdida de ilusión competitiva a medida que iban pasando las competiciones. * Mayor sufrimiento en carrera con falta de chispa en las piernas. * Ausencia de la esencia de las carreras que es esa activación especial que se produce al ponerse un dorsal y que carecí de ella en casi todas las pruebas realizadas.

Sin lugar a dudas, no compensa para nada competir tanto, a pesar de subir siempre al pódium como veteranos y conseguir ciertos triunfos absolutos que solo me han servido para llenar el trastero de trofeos que finalmente acaban en el contenedor amarillo, y si bien tengo la suerte de no haberme lesionado nunca (te lo explico en este artículo), creo que la valoración final de esta experiencia de competir tantas veces al mes (algo común entre muchos populares) es que no compensa en ningún sentido, ni en el deportivo, ni en el de salud, ni en el plano social, ni en el económico…., así que espero que no hagas como yo este año y seas consciente que “Carrera que no da el Galgo en el Cuerpo se la lleva".

"Carrera que no da el galgo en el cuerpo se la lleva"

Este refrán castellano que se utiliza para explicar que cuanto menos trabajo duro hagamos menos cansados estaremos para un futuro, viene muy bien a explicar que cuantas menos carreras o competiciones hagamos más frescos y con más ganas afrontaremos nuestra carrera objetivo.

Actualmente corren en nuestro país 3,15 millones de personas de las cuales, la mitad suelen competir al menos una carrera al año, y es este medio millón y medio de españoles el más afectado por la fiebre de las carreras populares que se ha afianzado en todos los países desarrollados, y con un poco más de retraso también en España, donde no fue hasta hace algo menos de 10 años que se iniciara este auge, que en otros países más avanzados que el nuestro como EEUU, ya lo habían tenido 2-3 décadas antes.

Disponer de múltiples carreras, en torno a unas 70 las que se disputan cada fin de semana en todo el territorio nacional, no deja indiferente a los corredores y les engancha, ya sea por mantener la motivación de seguir corriendo, por superación personal o por el afán de ganar, y aunque sabemos que solo gana uno, “el postureo" de quedar entre los primeros de una categoría también predispone mucho a competir.

Consejos vendo y para mi no tengo

Consejos vendo y para mi no tengo

El problema de hacer demasiadas carreras no es otro que forzar al organismo más veces de las debidas, y si el deporte en su justa medida es saludable, si lo convertimos en algo competitivo de manera habitual, se puede convertir indiscutiblemente en algo muy poco saludable, y si bien siempre será mejor que abusar del alcohol, lo cierto es que ir a muchas carreras aumenta el riesgo de lesión, merma el rendimiento a corto, medio y largo plazo, nos condiciona las relaciones sociales y de pareja, y hasta afecta a un correcto estado mental.

Preparar una carrera al año no perjudica a nadie, e incluso 2 o 3 tampoco, pero hacer 12 o 15 al año, o lo que es lo mismo, hacer una al mes, puede volverse en nuestra contra ya que el cuerpo se agota y no rinde lo esperado a pesar de pensar que la competición es un entreno de mucha calidad, y si bien se puede utilizar en este sentido en muy contadas ocasiones, lo cierto es que el estrés físico y psicológico al que sometemos al cuerpo, es en general mucho más perjudicial que beneficioso.

Por tanto, si eres corredor selecciona y racionaliza muy bien las carreras a las que vas a participar, y recuerda siempre este acertado refrán: “Carrera que no da el galgo en el cuerpo se la lleva"

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