Un maratón en el país del Sol Naciente

Madrid, Londres, Reykjavik, Amsterdam, Nueva York, Berlín, Sudáfrica…para mi maratón número 25 había que buscar un destino especial. Esta es la historia de 42.195 km en el país del Sol Naciente que me permitieron conocer en profundidad Mizuno, una marca que representa a la perfección lo que es Japón: orgullosa de su herencia pero creando el futuro cada día.

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Un maratón en el país del Sol Naciente
Un maratón en el país del Sol Naciente

Madrid, Londres, Reykjavik, Amsterdam, Nueva York, Berlín, Sudáfrica…para mi maratón número 25 había que buscar un destino especial. Esta es la historia de 42.195 km en el país del Sol Naciente que me permitieron conocer en profundidad Mizuno, una marca que representa a la perfección lo que es Japón: orgullosa de su herencia pero creando el futuro cada día.

Por Fran Chico
@franchicosport

Con paso fugaz por ese Nueva York que han montado en el desierto que se llama Dubai, llegamos al hotel en Japón casi 24 horas después de haber salido de casa. Hemos aterrizado en el aeropuerto de Kansai, que está sobre una isla artificial rectangular, y en apenas media hora estamos en Osaka, la tercera ciudad más grande Japón después de Tokio y Yokohama con casi tres millones de habitantes (que sube hasta 22 millones en su área metropolitana).
En el país del Sol Naciente ya es de noche. Son las 7 de la tarde del jueves (el maratón será el domingo a las 9 de la mañana). Mark Kaiway, Presidente de Mizuno en España tras 25 años en la compañía, nos aconseja que aguantemos el cansancio y pese a que tenemos un par de horas antes de cenar que no nos acostemos. “Así será más fácil adaptarse al horario". Así lo hacemos y de tirón a la cena dónde tenemos nuestra primera experiencia con los palillos (en el viaje conseguí pasar de que se me diera fatal a poder alimentarme) y también el primer brindis con sake (parecido al vino blanco).
Pese al machaque del viaje en el que apenas dormí tres horas y a las dos cervezas y al sake de la cena fue casi una noche en blanco. Las siete horas de diferencia hacen que para tu cuerpo te estás metiendo en la cama a las 4 de la tarde. Hasta las cinco de la mañana no pude conciliar el sueño…y así iba a ser todas las noches.
En nuestro primer día en Osaka visitamos el Castillo Hideyoshi de Osaka. Hasta allí nos fuimos en metro (el precio varía según las estaciones que recorres pero lo más barato son 2 €), en el que las direcciones vienen en inglés. Contra lo que esperaba no es fácil encontrar gente por calle o incluso en las tiendas del centro que lo hablen; eso sí son extremadamente amables y así al final consigues salir del paso. El castillo es monumento más visitado de todo Japón. Sus primeras piedras se pusieron en 1582, cubre una superficie de aproximadamente un kilómetro cuadrado, ha sido varias veces reconstruído.
Después de una buena sesión de sushi (original fórmula de carga de hidratos para el maratón) visitamos la espectacular Mizuno Shop en el centro de Osaka. Son cinco plantas en la que te das cuenta que es una marca global multideporte. Nosotros en España la tenemos centrada en running y golf, pero es líder mundial en deportes como el tenis de mesa, el béisbol o el judo, además de desarrollar tecnología punta para natación. “Creo que salvo de cricket tenemos equipación para todos los deportes", nos comentó Mark en la visita en la que aprovechamos para comprar unos calcetines de running con dedos.
Paseando desde la tienda, ya de noche llegamos a la zona de Dotombori. Es la vía principal de Osaka y la zona con mayor bullicio de la ciudad; repleta de tiendas, restaurantes, bares, teatros y con una destacada vida nocturna. La avenida es cruzada por un canal que tuvo que ser creado para evitar inundaciones. Para los que os guste el cine allí se rodó “Black Rain", la película de finales de los noventa de Michael Douglas y Andy García. Es curioso ver como justo al lado de una tienda de lujo hay una de esos establecimientos gigantes llenos de máquinas “tragaperras" de mil tipos con una música infernal a todo volumen y en los que también hay otras “atracciones" como esas máquinas de fitness virtuales en las que vimos a un ejecutivo con su traje, que se quita la chaqueta, deja la cartera y nos dio toda una exhibición clavando el baile de la pantalla.
En la cena pudimos seguir experimentado con la excelente comida japonesa que en esta zona tiene como especialidades takoyaki ( bolas de pulpo rebozadas), okonomiyaki (pastel de carne, verduras o pescado) o udon (sopa de fideos).



LA TORRE DE CRISTAL

SS16 RUNNING PRODUCT IMAGES Esta es la edición limitada de la Rider del maratón d e Osaka que ya se venden en España

gafas scooter Las revolucionarias gafas scouter que hasta te hacen de "liebre" mientras corres

mizunoform Así se realiza el análisis F-O.R.M

La mañana del sábado era realmente interesante. Ibamos a visitar el Mizuno Crystal Building, la central mundial de la marca, un impresionante rascacielos de 31 pisos y 147 metros de alto dónde trabajan 900 personas. Me gustó especialmente que tienen en la planta baja un museo del deporte, abierto al público, en el que puedes ver la evolución de la marca (allí tienes las zapatillas de Carl Lewis o de Iván Lendl, las botas de Rivaldo o los bates de las grandes estrellas del beisbol). Asistimos a la presentación de las novedades de la marca, comenzando por las Rider 19 (una de las mejores opciones del mercado para corredores de pisada neutra por su éxito wave en su doble función de amortiguar y estabilizar) y que en su nueva versión mejoran su ajuste, la sensación de terreno, además de potenciar la amortiguación y la sensación de confort se ha incrementado con una inserción de U4icX debajo de la plantilla.
También nos presentaron las nuevas Wave Enigma 5, inspiradas en el concepto japonés “Fuka Fuka “ ( “suave y esponjoso"). Diseñadas para correr como encima de una nube, destacan por el nuevo diseño de la plataforma Wave en forma de dientes de sierra en el antepié, que permite mantener el nivel de amortiguación y estabilidad que ya tenía la Enigma, pero facilita y suaviza la flexión del pie en la fase de despegue. No le falta detalle como el que debajo de la plantilla se ha insertado una pieza de EVA de 2mm de grosor que incrementa la amortiguación y el confort en la zona del talón. Unas zapatillas pensadas para los corredores de más de 80 kilos que busquen una zapatilla que les proteja pero sin perder viveza en la zancada (esto se consigue gracias a la mediasuela de U4ic).

SYNCHRO MX SH_J1GF161909_01 (2) La nueva tecnología Synchro de Mizuno llegará a las tiendas en febrero

Pero la gran novedad en calzado son las nuevas Synchro, pensadas para el fitness-runner, un corredor ocasional que no busca rendimiento sino que correr por mejorar tu salud, basado en el concepto de que “cuando tus zapatillas sincronizan con tu manera de correr, guiando tu pisada, te es más fácil correr". No llevan Wave; se juega con dos materiales distintos en la mediasuela que se complementan perfectamente para proporcionar amortiguación, suavidad y van guiando el pie, estabilizando la pisada. Es muy confortable, es muy fácil correr con ellas. En la parte inferior de la mediasuela se usa U4icX como material de amortiguación y en la superior AP para lograr la estabilidad. Para potenciar el efecto de comodidad que da la tecnología de la Synchro se completa con un forro interior sin costuras y plantilla Premium. Llegan en febrero y costarán 100 €.
Y cuando pensamos que lo habíamos visto todo, subimos hasta la 4ª planta, dónde está instalado el centro de I D de la marca nipona, y los técnicos de Mizuno nos dejaron con la boca abierta. Unidos a Sony y a la marca de óptica para corredores Swans, Mizuno ha desarrollado las Scouter, primeras gafas que te indican en una esquina de la lente en tiempo real el ritmo al que corres, tu ritmo cardiaco, la distancia recorrido y hasta te hacen de “liebre" ya que puedes ponerte un ritmo y te van indicando la diferencia que te lleva o que le sacas. Pudimos correr con ellas en una cinta de correr y son como las gafas de “Terminator"; sin duda abren una puerta a hacer más eficaz y sobre todo más entretenido tus sesiones de running.
También vimos en directo cómo funciona el F.O.R.M, que va más allá de lo que hasta ahora conocemos como análisis de pisada. Mientras corres en una cinta, con cámaras de alta velocidad se capturan seis puntos del cuerpo que permite estudiar en el ordenador tu forma de correr para decirte cómo es de eficiente. A partir de ahí, puedes ver tus diferencias (y ser evaluado en cinco aspectos distintos, desde postura o seguridad a comodidad) en relación a los más eficientes y también a la media de corredores. Puedes ver en todas las fases de la zancada tu comparación fotograma a fotograma tu comparativa con buen ejemplo de carrera. El estudio también incluye cómo es tu forma de pisar y de acuerdo a todo te indica qué zapatilla de Mizuno te ayudará a mejorar tu forma de correr.
La tecnología punta no está reñida con la tradición y artesanía. Como final de la visita pudimos ver a uno los técnicos de Mizuno que llevaba más de 40 años haciendo de forma manual las zapatillas a medida de los atletas (y personalizarlas con sus nombres). Pudimos experimentar con nuestras manos lo complicado que es ajustar el “upper" (la parte superior de la zapatilla). Ese hombre no hace zapatillas, hace obras de arte.

ANTES DEL MARATON, PASA POR EL TEMPLO…

2015-10-24 15.09.00 Espectacular feria del corredor. ¡Hasta un templo habian montado para que no faltara la ayuda divina a los runners!

Por la tarde nos dirigimos a la Feria del Maratón que estaba situada en los pabellones de un recinto ferial. Y es que por allí tenían que pasar los 30.000 participantes (por cierto, yo nunca llegué a tender que mi número fuera el 84.101). Había también una carrera de 8 km, pero lo curioso es que 28.000 corríamos los 42’195 y sólo había 2.000 en la prueba corta. Supongo que después de ver “Humor Amarillo" esta gente está preparada para todo…
El maratón de Osaka es una carrera completamente benéfica. Se representa por un arcoiris, por eso la Mizuno Rider edición limitada del maratón (que se venderá en España a partir de enero) lleva la mediasuela y la suela con los 7 colores. Cada uno de ellos va unido a una causa benéfica y los 30.000 corredores se dividen en 7 equipos gigantes. A mi me tocó en el amarillo y recaudaba fondos para “Médicos sin fronteras".
La Feria del Maratón era espectacular; no había comida de la pasta pero a cambio tenían todo un pabellón lleno de puestos de comida de todo tipo en plan “feria de la tapa" pero a lo bestia.
Lo más peculiar de todo es que habían montado una reproducción de un templo y allí un monje de 6 en 6 iba deseando suerte siguiendo un rito de tradicional. Yo sólo entendí cuando dijo “Osaka Maratón" y “Fran Chico san" pero antes de los 42 km no sobra ayuda y menos divina. A continuación nos paso por la cabeza un extraño aparato con pinta de fregona pero de lujo y ¡listos para correr! ¿Alguno pensáis que cene pasta? No, hombre no, maratones hay muchos pero oportunidades de seguir probando la gastronomía japonesa pocas. A ver como va el pescado crudo para el atletismo de fondo…

MENOS MAL QUE TRAJERON EL BUDA AL AVITUALLAMIENTO

Como con el jet lag no había podido descansar prácticamente nada desde que aterricé, sumado a que amaneció un día con más de 20 grados y 40% de humedad, decidí tomarme el maratón de forma relajada si es que esto es posible en un maratón….(simplemente para acabar e ir haciendo fotos para este artículo mientras corría).
La salida era a las 9 junto al Castillo de Osaka y a las 8 ya estábamos listos para correr porque era el límite para dejar la bolsa con la ropa en los camiones que la llevaría hasta la meta.
Salí en el último cajón (tardé mas de 25 minutos del disparo de salida en pasar por la salida) y había tanto “tráfico" de corredor lento que realmente casi hasta el medio maratón no pude correr normal. Muchos de ellos disfrazados de cosas tan disparatadas como “bibliorunner" (con una estantería llena de libros de verdad a la espalda) y otros tocando la tuba, y hasta ví uno que corría en chanclas.
Lo que me ha dejado impactado del maratón es cómo anima la gente. Mira que no entendía nada de lo que me gritaban pero es que la gente se volcaba tanto como en el Maratón de Nueva York. Y mira que en día de diario los japoneses tiran a tímidos… Había gente que cuando veían que pasaba un extranjero me levantaba un cartel que ponía “Fight" (lucha, en inglés). Además, había bastante puntos con música de todo tipo: desde la tradicional japonesa a rock pasando por grupos de “majorettes".

2015-10-25 12.48.58 Pepinillos y hasta sushi en los avituallamientos

2015-10-25 12.50.45 Después de tocar el Buda en el avituallamiento del 35....¡como una flecha a por la medalla de finisher!

2015-10-25 09.57.092015-10-25 09.41.402015-10-25 10.26.25
La verdad es que fue un maratón muy emotivo pero lo que no podía pensar es que a ritmos en teoría casi de paseo para mí iba a sufrir para llegar hasta la medalla de finisher. Supongo que por la mezcla de “jet lag a lo bestia" más el cambio radical de dieta tuve problemas de estómago casi de salida e incluso vomité hacia el km 25. Iba cuidando mucho la hidratación y en los avituallamientos paraba y bebía tranquilamente para asimilar bien el agua. Por cierto, que en las primeras mesas había tal barrullo que coger el vaso parecía una prueba de “Humor amarillo" mientras que las últimas estaban vacías.
A partir del 20 km empezó a ver comida. En el primero, un caramelo de menta (no tuve valor de comerlo) y a partir del 25 km excelentes avituallamientos como barritas enteras, plátanos, naranjas, frutos secos y geles (que por cierto como viene todo en japonés y con rayos por todos lados parece que si te lo tomas vas a despegar). Mención aparte para el puesto del km 35, que ocupaba no menos de 300 metros de largo, y en el que había todo tipo de comida japonesa (para empezar “sushi", para que no se diga me tomé uno, las típicas bolas de pulpo y pepenillos, que yo ya había visto en el Maratón de Estocolmo y que vienen muy bien para los calambres) y hasta un Buda al que podía pedir un buen final de maratón. El voluntario me explicó que debía acariciarle el pie por la planta; así lo hice y la verdad es que empecé a ir mejor pese al calor (ya hacía 26 grados) y a la subida traicionera en el km 37 (por lo demás el maratón es muy llano). Casi cuatro horas y media después, mi peor marca, entraba en la recta de llegada situada al pie de la Torre Mizuno. Me esperaba la medalla de finisher arco-iris que tras un rápido paso por mi cuello ahora cuelga del perchero de la oficina junto a las otras 24.2015-10-25 13.53.18
Antes de despedirme de Japón nos quedaba un noche post-maratón dándolo todo en el karaoke (que aquí en lugar de ser un local muy grande es un edificio con muchas pequeñas salas cada una con su barra de bar y unos plasmas) y una rápida visita a Kioto, la ciudad de los más de 2.000 templos, dónde pudimos ver el Kinkaku-ji, el del pabellón de oro, la mejor despedida para tierras tan lejanas que sin duda se merecen una visita más larga.

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PD: Quiero dar las gracias a Mark, a José María y Javi que me acompañaron en el viaje por ser una compañía excelente