Aunque gracias al rodillo, con el que tengo una relación amor infinito-odio extremo (cuando esto acabé no sé si ponerlo inmediatamente a la venta en wallapop o colocarlo en la entrada de casa como homenaje, me mantengo haciendo deporte, no os voy a negar que echo mucho de menos correr.
Trato de consolarme con el hecho de que justo antes de nos confinaran tenía unas molestias en el pie derecho de las que no acaba nunca de recuperarme y que el parón me viene perfecto para la rehabilitación. Pero pese a todo ya empiezo incluso a soñar con esas carreras a mediodía con los compañeros de trabajo por Madrid Río o recuperar esa sensación de “ir jodido pero contento" como en la pasada Media Maratón de Sevilla que compartí con Javi Gavela.
Pero las ganas de correr, de volver a ver el mundo zancada a zancada, no puede a ninguno hacernos perder la perspectiva. Claro que si yo salgo de mi casa en Cercedilla y me meto en la montaña es casi seguro que no tendré contacto con gente pero si esto lo multiplicas por los millones de corredores que somos en España la situación se vuelve incontrolable y los efectos positivos que estamos viendo del confinamiento se perderían.
Hay que hacerse a la idea de que no será a finales de abril sino (esperemos) a mediados de mayo cuando podamos por fin salir a correr. Y seguramente al principio, porque nuestra vida la vamos a ir recuperando muy progresivamente, tengamos una medida tipo la de Francia en la que se puede correr no más lejos de un par de km de casa y un tiempo máximo de 20 minutos.
Y mientras llega ese momento de que podamos empezar poco a poco pedacitos de nuestra vídeo, lo importante esa disciplina que tenemos para nuestros entrenamientos la tengamos con nuestro cumplimiento de las obligaciones del confinamiento. Afortunadamente los comportamientos insolidarios, con esos vídeos de gente corriendo hasta con bolsas de la compra, que nos hacían pasar vergüenza a todos los corredores han terminado por reducirse casi a cero. Y así debe seguir siendo: más que nadie los deportistas tenemos que ser ejemplo. Como dice el título del artículo, claro que queremos salir a correr pero no salir corriendo. No hay prisa. Lo importante es salir con vida para tener toda una vida para correr.
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