*Por Dr. Fernando Jara Sánchez, Jefe Clínico de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital 12 de Octubre, Jefe de equipo de Cirugía Ortopédica y Traumatología en el Hospital La Milagrosa y miembro de Top Doctors
La fractura de estrés es una microrrotura ósea causada por una sobrecarga y la realización de actividades repetitivas de la vida diaria y, sobre todo, del deporte. Son muy comunes en deportistas y atletas de élite, sobre todo en corredores, marchadores y en la gimnasia rítmica, y son menos frecuentes, pero a tener en cuenta, en deportes como el fútbol y el baloncesto. También aparece en personas no deportistas que aumentan bruscamente su actividad en vacaciones o los fines de semana.
Los traumatismos repetitivos que originan las fracturas de estrés son frecuentemente de poca intensidad. En ocasiones se producen cuando aparece la fatiga muscular y el hueso comienza a absorber toda la energía del ejercicio, que suele acumularse sobre un punto, que puede llegar a romperse por fatiga. Es un fenómeno similar al que ocurre cuando rompemos un clip metálico doblándolo repetidamente.
Este tipo de rotura es muy frecuente en la tibia o el pie de corredores y saltadores. En gimnasia rítmica o en nadadores de mariposa es frecuente la fractura de estrés de una vértebra lumbar por ejercicios repetitivos de extensión de la espalda. En personas no deportistas se da mucho en gente que hace senderismo o que camina mucho por la playa en vacaciones.
El síntoma más frecuente en una fractura de estrés es el dolor muy localizado, que se incrementa con el ejercicio o la palpación y cede con el reposo. Muy frecuentemente nos encontramos con una zona de inflamación y tumefacción de las partes blandas situadas encima de la zona de fractura, especialmente si se produce en el pie.
Tenemos que sospechar que padecemos una fractura de estrés cuando, tras unos días de reposo y encontrándonos aparentemente bien, empezamos la actividad deportiva y el dolor aparece y nos impide hacer deporte.
¿Cómo se pueden prevenir las facturas de estrés?
- Evita la fatiga muscular, incrementando el ejercicio de forma gradual tanto en intensidad como en el tiempo. No aumentes más de un 10% la intensidad o el tiempo de ejercicio semanalmente.
- Alterna actividades de alto impacto como la carrera, con otras de bajo impacto como la natación o la bicicleta.
- Evita la osteoporosis con dietas equilibradas ricas en calcio y vitamina D.
Utiliza el equipamiento adecuado: zapatillas o plantillas con buena absorción del impacto y retira las zapatillas viejas o gastadas.
- Detente cuando una actividad genere dolor, y si persiste, acude al médico.
¿Tratamientos más eficaces?
- El tratamiento más eficaz es el reposo deportivo o de aquellas actividades que provocan dolor, entre 6 y 8 semanas.
- Medicación analgésica o antiinflamatoria en los casos más severos. Frío local.
- Modificar la actividad sustituyéndola por otras de bajo impacto como el ciclismo o la natación.
- Ocasionalmente, utilización de ortésis, medias elásticas o inmovilizadores; en algún caso, la inmovilización con escayola.
- Tratamiento quirúrgico en casos especiales en los que se precise la fijación interna de la fractura con tornillos agujas o clavos para poder inmovilizar la fractura y permitir la consolidación del hueso.
Ejercicios para prevenir las fracturas de estrés
*Por Ana Grau Aracil, especialista en Fisioterapia en el Centro Noumar y miembro de Top Doctors.
Hemos elegido como ejemplo ejercicios para prevenir las fracturas por estrés de la tibia, una de las más comunes, sobre todo en corredores:
01- Descarga de la musculatura y estiramientos
Acudir al fisioterapeuta cuando haya signos de sobrecarga o de desarrollo de una periostitis tibial servirá para prevenir una lesión mayor.
02- Ejercicios en el agua y bicicleta
Ejercicios sin impacto sobre todo cuando hay sobrecarga por exceso de entrenamiento con impacto o como ejercicios de readaptación antes de volver a la actividad deportiva de manera progresiva cuando la lesión ya se haya producido.
03- Ejercicios de movilidad articular
Sirven tanto para calentar y prevenir la lesión, como para no perder movilidad y activar la musculatura una vez que ya se ha producido.
04- Fortalecimiento de los músculos relacionados
Es muy importante incluir ejercicios para fortalecer la musculatura, tanto para prevenir la lesión como para volver a la rutina deportiva tras ella.
Recuerda que el primer paso para evitar una fractura o lesión similar es prevenir, ¡así que que no falten en tus sesiones estos ejercicios! Entrena con intensidad, pero también con salud.