Son unas de las áreas más difíciles de tratar y suponen entre el 30 y el 50% de las enfermedades del deporte. En este artículo te damos las claves para superar uno de los grandes "males" del deportista: la tendinitis.
1. Consulta a un especialista. Lo primero es lo primero y un diagnóstico preciso es imprescindible. Cuando entrenamos, sometemos a nuestro cuerpo a estrés y debemos saber si lo estamos haciendo bien o nos estamos "pasando". Todo tiene una técnica y planificación que debe ser llevada lo mejor posible, y de ser necesario con la ayuda de un especialista en deporte nos pueda orientar.
Aquí es clave la figura del fisioterapeuta, podremos planificar una rehabilitación con ejercicios pautados para conseguir volver a nuestra rutina diaria y a nuestro deporte.
2. No tomes antiinflamatorios. ¡Ni se te ocurra! Puede parecer confuso, pero el proceso que produce una tendinitis es diferente al producido en otro proceso inflamatorio. Cuando un tendón está inflamado, tiende a repararse a sí mismo y para ello necesita los nutrientes específicos del tendón (mucopolisacáridos y colágeno tipo I) y además ser alineado de la manera adecuada para mantener la resistencia del tendón. ¿Qué pasa si tomamos antiinflamatorios? Pues justamente lo contrario, inhibimos este proceso, el tendón no se alinea como debería y acabamos con un tendón débil y propenso a seguir inflamándose. Si hay dolor, se puede tomar algún analgésico como el paracetamol, que no interfiere con la cascada de reparación del tendón.
3. Consulta a tu entrenador. Igual que el fisio, es una figura muy importante, ya que en él está la llave de nuestra programación deportiva, es el que fija objetivos y el que nos ayudará a "salir del hoyo" de la lesión y reanudar nuestra actividad coordinando las distintas fases de la rehabilitación y proyectando los pasos a seguir para la vuelta a la "carga".
4. Paciencia. No se trata de hacer un parón absoluto, sino de bajar carga e intensidad o cambiar a un tipo de entrenamiento que no implique el área afectada. Por ejemplo, para un corredor de maratón afectado con tendinitis de Aquiles, es recomendable que se ponga a correr en la piscina de forma dirigida.
La meta siempre debe ser la de entrenar sin dolor y aprovecharnos de todos los beneficios de la actividad. ¿Sabías que un entrenamiento al 25% de nuestro nivel aumenta el riego sanguíneo sobre los tejidos y lleva más nutrientes al tendón?
5. Ejercicios excéntricos. Si no has oído hablar de ellos… ¡ya puedes ir apuntándotelos!
Está demostrado que este tipo de ejercicios ayuda a la recuperación de la tendinitis especialmente en los miembros inferiores, ya que son ejercicios en los que se realiza fuerza cuando el músculo es estirado. Los ejercicios específicos ayudan a curar la tendinitis en miembros superiores también.
Encontrarás una gran guía con estos ejercicios excéntricos para el tendón rotuliano, el tendón de Aquiles, aductores, etc. en la web de Siempre en Play
6. La ayuda de los suplementos. Los estudios clínicos demuestran que las sustancias formadoras de tejido conectivo, antioxidantes, agentes activos antiinflamatorios, junto con una terapia física ayudan a recuperar las tendinopatías. Hay productos específicos para el tendón como Tendoactive e Hialsorb que pueden ser beneficiosos para la recuperación de las tendinopatías. Muchos deportistas incluso lo usan como complementos en los momentos de mayor carga para aportar los nutrientes suficientes al tendón y evitar la temida tendinopatía antes de que se produzca.
7. Volver a lo básico. Cuando ya tenemos el "visto bueno" de los especialistas y podemos volver a entrenar, debemos hacerlo de forma progresiva, vigilando la técnica y el movimiento. Mucho cuidado aquí, una vuelta a la actividad hecha antes de tiempo o de forma brusca nos hará volver a la lesión y echar a perder todo lo avanzado. ¡La clave no es hacerlo rápido, sino hacerlo bien.!
¿Tienes alguna duda? Consulta directamente con el Dr. Federico Figueredo