El Efecto yoyo ya no es una excusa evolutiva
Según Wikipedia, se denomina efecto yoyó o efecto de rebote a un ciclo marcado por pérdida y recuperación sucesiva del peso corporal como consecuencia de una dieta hipocalórica excesiva. El término "dieta yoyó" fue acuñado por Kelly D. Brownell en referencia al movimiento cíclico de ascenso y descenso del juguete yoyó. Los expertos en antropología y nutrición achacaban esta ganancia de peso extra al acabar una dieta muy restrictiva a la puesta en marcha de un mecanismo de supervivencia evolutivo. Un residuo de las épocas en que éramos cazadores-recolectores y se alternaban épocas de abundancia de alimentos con escasez,los seres vivos que más grasa guardaban sobrevivían a las malas épocas. Sin embargo, lamentamos deciros que esto no es del todo así y que no puedes seguir escudándote en que la grasa se te pega así de bien porque eres un portento evolutivo:
Un nuevo estudio desmiente esta teoría
Realizado por matemáticos y psicólogos de las universidades de Exeter y Bristol en Inglaterra, los investigadores trabajaron con un modelo matemático con animales en el que se alternaban épocas de escasez con épocas de abundancia de alimento, como ocurre en la vida salvaje. Los resultados mostraron que efectivamente, las dietas restrictivas repetidas pueden llevar a ganar más peso al abandonarlas, pero es porque hay un efecto psicológico que induce a comer más sin control, debido a que el cerebro interpreta la señal de dieta como hambruna y provoca que se coma en exceso y con ansiedad al acabar la dieta.
¿Qué podemos hacer para evitar el efecto yoyó?
1º Ponernos en manos de un buen dietista-nutricionista que nos aconseje, no abandonar la dieta y seguir una dieta de mantenimiento cuando llegamos al peso saludable.
2º Hacer ejercicio también para adelgazar. Así, no solo quemas más calorías y evitas el hambre, también porque al ganar masa muscular, aumentas el gasto calórico.
3º Trabajar la fuerza de voluntad para aprender a comer y a vivir de forma saludable y no volver a los malos hábitos al dejar la dieta.
¿Por qué no nos salen las "cuentas calóricas"?
Desde el punto de vista teórico, perder peso es un objetivo relativamente sencillo. Sin embargo, llevarlo a la práctica y conseguir los resultados esperados es lo realmente complejo y difícil. La pérdida de peso solo se consigue si se gasta más energía de la que se introduce. Sin embargo, este es un mensaje muy simple para explicar la complejidad que hay detrás de comer menos y moverse más. Es un objetivo interpersonal que depende de varios factores como alimentación, estado de forma, género, clima hormonal…
No se trata tanto de "cuanto pierdo" sino de "cómo lo pierdo". Para conseguir un resultado óptimo y mantenido a largo plazo no se debe acudir a las populares estrategias, recursos y atajos para conseguir rápidamente el objetivo de perder peso, que sabemos funciona a corto plazo, pero que también sabemos fracasa a medio y largo plazo y, además, puede empeorar nuestra salud, rendimiento o estado de forma.
Usamos los términos perder peso y perder grasa con el mismo significado, pero son conceptos muy diferentes. Las personas que siguen dietas milagrosas, pierden peso pero también tienen muchas probabilidades de perder músculo e incluso densidad ósea, y esto es lo que debe evitar. El objetivo siempre será perder peso pero sin perder salud. Para conseguirlo, lo mejor es que acudas a una consulta personalizada y también puedes consultar las dietas preparadas por profesionales de la nutrción que tenemos en nuestra sección de Dietas.
