Solo, con miel, con frutas, frutos secos, semillas de sésamo, canela, chía... Las combinaciones son múltiples y lo cierto es que es el yogur es uno de los alimentos más sencillos de consumir (te animamos también a hacerlo en casa, no es nada nada difícil) y uno de los apertivos más sanos por su bajo contenido en grasa y su riqueza en calcio, potasio, riboflavina, magnesio y fósforo. Una sola taza de yogur natural desnatado contiene un 50% más de calcio que una taza de leche, por ejemplo. La "ventaja" del yogur frente a la leche es que apenas contiene lactosa, de forma que puede ser una alternativa láctea para las personas intolerantes a la lactosa.
De todas las bacterias activas de yogur, Lactobacillus acidophilus es la que más ayuda a equilibrar el sistema digestivo. A diferencia de otras bacterias, que no sobreviven el ácido del estómago, L. acidophilus sobrevive a su paso por el estómago y se instala en el intestino delgado y grueso. Aquí, crea una colonia de bacterias "buenas" que eliminan a las "malas" que pueden causar la infección - y, en última instancia, enfermedad.
Últimamente tienen una inmerecida mala fama, pero los productos lácteos pueden ser claves en la alimentación de un deportista. Si no padeces alergias o intolerancias, hay muchos motivos para consumirlos, tanto si practicas actividades de fuerza como de fondo: además de contribuir a tu hidratación, aportan proteínas de calidad, hidratos de carbono, calcio y vitaminas D y B12.
Proteínas de alto valor biológico
La leche y el yogur contienen lactosuero y caseína, que reducen el proceso de degradación proteica del músculo y nos ayudan a recuperar nuestras fibras musculares tras el ejercicio. No desaproveches el suero del yogur (donde su concentración es más alta) y remuévelo bien para proteger tus músculos.
Contribuyen a hidratarte
Tanto la leche como el yogur tienen un contenido natural en agua de más de un 80 %, por lo que son alimentos ideales si te cuesta cuidar tu hidratación.
Te ayudan a recuperar tras el esfuerzo
Tras los entrenamientos, la mejor fórmula de recuperar el glucógeno muscular y hepático al tiempo que proteges tus músculos es tomar una mezcla equilibrada de hidratos de carbono y proteínas. Lo ideal es un suplemento nutricional en batido, pero los productos lácteos tienen una composición similar y un precio muchísimo más bajo.
Ayudan a controlar el peso
Si los tomas desnatados y sin azúcar, los alimentos lácteos son bajos en calorías y producen una buena sensación de saciedad, por lo que te ayudan a controlar tu ingesta de calorías. Además, su contenido en calcio contribuye a la quema de grasa corporal.
Cómo sacarle todo el partido al yogur
Que sí, que solo es una delicia, pero queremos descubrirte recetas sencillas para beneficiarte de este superalimento en algunos platos originales y sabrosos que te van a sorprender, como una suave salsa de yogur, perfecta para solucionar cenas rápidas, y que puedes consumir con crudités de verduras o tostaditas integrales o pan de pita, aunque también es una solución perfecta para acompañar ensaladas o incluso legumbres (os la recomendamos en un arroz con garbanzos oriental con canela, le da un toque cremoso y ácido maravilloso).
Los batidos a base de yogur también son una gran opción para antes o después del esfuerzo, te proponemos uno que lo combina con papaya y zanahorias
una bomba de vitamina D por su riqueza en betacarotenos o un smoothie saciante con pepino, mostaza y perejil, que conseguirá activarte en los días más extenuantes y que puede ser tu mejor aliado cuando aprieta el hambre y tu objetivo es no engordar, sino comer algo sano y no muy calórico.
Y el puntito dulce te lo dejamos con una propuesta rápida de bizcocho de yogur con uvas, ¡la esponjosidad de este dulce casero alegrará tus desayunos y meriendas deportivos!