La clave para mejorar el rendimiento se encuentra en recuperarse lo antes posible para así poder aplicar el siguiente estímulo con el entrenamiento evitando caer en el sobreentrenamiento. Es aquí donde la alimentación puede resultar de gran ayuda.
BATIDO RECUPERADOR
Una rápida recuperación tras la sesión de entrenamiento (ya sea de fuerza o cardiovascular intenso), contempla una adecuada resíntesis de fibras musculares dañadas, rehidratación y repuesto de reservas energéticas de glucógeno. Para ello es fundamental que exista un aporte en el batido recuperador de los siguientes nutrientes:
Incluir entre un gramo y un gramo y medio de hidratos de carbono por kilo de peso corporal en los 15-20 minutos posteriores al entrenamiento intenso o competición. Podemos añadir la misma cantidad en las dos o tres horas posteriores. Existen evidencias que indican que el ritmo de resíntesis o recuperación del glucógeno muscular es mucho más rápido cuando los hidratos de carbono se ingieren inmediatamente al finalizar el entrenamiento.
Las proteínas mejoran el ritmo de recuperación del glucógeno muscular. Una vez finalizado el ejercicio, el aumento en la tasa de síntesis de proteína es mayor y más efectiva cuando se ingiere un suplemento recuperador o bien una comida que contenga proteínas de alta calidad biológica.
La relación óptima de un buen recuperador debe ser de un 30% de proteínas y un 70% de hidratos de carbono aproximadamente.
BEBE AGUA DE COCO
La principal característica es que contiene cinco veces más potasio que otras bebidas deportivas. Trescientos mililitros de agua de coco contienen más potasio que un plátano. Recordemos que este mineral previene los calambres musculares contribuyendo a un correcto funcionamiento muscular durante el ejercicio.
Por otro lado, dado que la dieta suele contener poco potasio y mucho sodio (contenido en la sal de mesa), el agua de coco podría ayudar a eliminar este desequilibrio negativo. Las personas que consumen mucho sodio y poco potasio tienen el doble de riesgo de morir de patologías cardíacas y un 50% más de fallecer por otro tipo de enfermedades.
Por otra parte, por su contenido de electrolitos, ayuda en la reposición de los minerales que se pierden en la actividad física, se genera un balance en los niveles de estos nutrientes en la sangre. Finalmente, aporta antioxidantes, la alta cantidad de vitamina C ayuda a optimizar el sistema inmunológico.