Las "calçotadas" catalanas son una buena manera de comer cebollas de invierno a la brasa, tan divertida como saludable.
Propiedades nutritivas y beneficios de los calçots
Al ser cebollas tiernas tienen propiedades muy parecidas a estas.
Beneficios para la salud
- Son antioxidantes por su contenido en flavonoides como betacarotenos y quercetina.
- Ayudan a prevenir anemias y evitar la fatiga por su contenido en ácido fólico y clorofila.
- Ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de tumores.
- Son saciantes y ayudan a perder peso por su contenido en fibra laxante, agua y bajo valor calórico.
- Efecto diurético y depurativo.
- Son antisépticos y ayudan a prevenir y curar infecciones por su riqueza en compuestos azufrados como la alicina.
- Mejoran la circulación sanguínea.
- Muy bajos en calorías con 32 calorías por 100 g
- 90% de su contenido es agua
- Ricos en fibra
- Ricos en vitamina A, vitamina C y folatos
- Muy ricos en vitamina K
- Aportan minerales como calcio, hierro, potasio y manganeso
IMPORTANTE: Cuando cocinamos alimentos a la barbacoa y se queman las proteínas, se forman sustancias cancerígenas, las aminas heterocíclicas y los hidrocarburos aromáticos policíclicos. Esto ocurre especialmente en las carnes a la brasa que son ricas en proteínas, de ahí que su consumo se relacione con varios tipos de tumores, pero también pueden aparecer en vegetales, aunque en este caso, su alto contenido en antioxidantes parece tener un efecto protector, pero es mejor prevenir y no comerse las partes negras quemadas de los calçots.
¿Qué es el calçot?
Es en realidad el brote o tallo de la cebolla blanca (Allium cepa), cultivado de una forma tradicional, típica de las tierras del Ebro catalanas y la Comarca del Alto Campo. Son tallos de cebolla blancos, finos y tiernos. El nombre de calçot viene del método de crecimiento: "Calçar la terra sobre la planta", porque cuando brotan los tallos de la cebolla se vuelven a plantar y se cubren o ‘calzan’ acumulando tierra alrededor a medida que crecen, para conseguir que sean alargados, blancos, tiernos y con ese sabor ligeramente dulce.
Los calçots de la zona de Valls cuentan con la Indicación Geográfica Protegida "calçot de Valls". Se cultivan en las comarcas del Alt Camp, Baix Camp, Tarragonès y Baix Penedès.
Dice la leyenda que los calçots aparecieron en el siglo XIX cuando un campesino de la zona de Valls (Tarragona) dejó unos tallos de cebolla a la brasa y se quemaron, quedando negros por fuera pero tiernos por dentro, por lo que peló las capas quemadas para poder aprovecharlos, y el sabor le gustó tanto que empezó a hacerse popular en la zona.
La forma tradicional de hacer los calçot requiere un fuego vivo, con llama viva, preferentemente con madera de cepa o sarmiento, donde se colocan en la parrilla hasta que las capas de fuera están negras, entreabiertas. Entonces se agrupan en manojos de 20-25 tallos y se envuelven en papel de periódico, se espera unos 20-25 minutos para que se terminen de hacer en su propio jugo.
Calçots a la brasa con romesco. Os proponemos esta receta para disfrutar de una buena barbacoa vegetal que no te pesará después en tus entrenamientos. La salsa romesco, con almendras, avellanas, ajo y tomate le aporta un punto sabrosísimo, aunque los puristas que solo quieran disfrutar del vegetal sin añadirle calorías (aunque en este caso están muy bien añadidas, lo comprenderás al probar la salsa), también podrán hacerlo. ¡Aunque nosotros os recomendamos que disfruteis de salsa y luego salgáis a entrenar!
Lo normal es acabar con la cara y las manos negras, y acompañar con un vino o cava catalán. Las calçotadas son una buena excusa para quedar a comer en el campo con los amigos y hacer un fuego al aire libre, cocinando primero los calçots, y cuando aparece la brasa más suave, hacer las carnes y butifarras.